Crónicas Levantiscas

Juan Manuel Marqués Perales

jmmarques@diariodecadiz.com

Ya les ha dado la ventolera

Los independentistas no saben trabajar bajo presión, tienden a la comedia bufa, al disparate, de ahí la resolución del referéndum

Oriol Junqueras y Gabriel Rufián, frente al Congreso.

Oriol Junqueras y Gabriel Rufián, frente al Congreso. / EFE

NO se debe menospreciar la capacidad de los independentistas catalanes para la comedia bufa, se trata de una debilidad teatral que ya se puso de manifiesto durante el mes de octubre de 2017 y a la que se debe, en buena medida, que Cataluña no se segregase de España. Si el Gobierno de Mariano Rajoy lo hizo muy mal, los indepes lo hicieron peor. Puigdemont decidió poner punto y final a la fantasía del procès mediante la convocatoria de elecciones anticipadas, fue después de una noche tensa entre los ex convergentes y los líderes de ERC, pero el entonces presidente de la Generalitat se echó atrás al escuchar las primeras acusaciones de traición. Con Gabriel Rufián a la cabeza.

La concesión de una amnistía es una operación muy complicada, de difícil encaje constitucional, repleta de peligros para Pedro Sánchez y el PSOE. Lejos de la imprescindible discreción, ERC y Junts han conseguido agravar las dificultades al aprobar en el Parlamento catalán una resolución en la que condicionan el apoyo a la investidura de Pedro Sánchez al referéndum de autodeterminación. No sólo es un acuerdo entre partidos, sino una resolución de la Cámara autonómica, posible por los votos favorables de Junts y ERC y la abstención de las CUP, ingrediente catalizador de todas las majaretadas que a los indepes se les ocurre cuando se acercan sus momentos históricos. Les da la ventolera.

Las conversaciones entre el PSOE y ERC y Junts sobre la amnistía habían comenzado hace semanas, se han intercambiado papeles y se discutía cuál va a ser el alcance de la medida de gracia, porque hay quien quiere beneficiar, incluso, a la familia Pujol, al considerarla víctima de la llamada Operación Cataluña del Ministerio del Interior, un extremo que terminaría por arruinar el acuerdo. Para el PSOE no se trata de convencer a la opinión pública de una amnistía que rechaza de plano, sino de que la oposición a ésta no sea tan grave como para tumbar al Gobierno. No hay nada hecho, pero lo que no estaba en ninguno de los papeles es el referéndum de autodeterminación, de ahí la perplejidad y rapidez con la que Salvador Illa ha contestado. Por ese camino, no.

El turno de Pedro Sánchez comienza a partir del martes, cuando se supone que el Rey le encargará que pruebe una investidura. Es posible que el candidato socialista quiera expandir los plazos hasta llevar a ERC y a Junts a unas fechas límites para la convocatoria electoral, pero que la reciente historia indica es que estos tipos se manejan muy mal si tienen que pensar bajo presión. Un disparate. Justo lo contrario de lo que le ocurre a Pedro Sánchez.

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