La imponente imagen del Santísimo Cristo de la Sangre, titular de la hermandad de los Desamparados, ha vuelto a marcar la recta final de la Cuaresma en San Fernando con el vía crucis que recorre las calles de la feligresía en la noche del Sábado de Pasión.
La talla, que ha estado todo el día expuesta en besapié, ha salido de su capilla a las nueve menos cuarto de la tarde para presidir el rezo de las estaciones que conmemoran la Pasión en un clima de absoluto recogimiento que se ha extendido a la plaza de San José.
Se trata del último acto de culto organizado por una hermandad antes de adentrarse en la vorágine de la Semana Santa y de las distintas salidas procesionales.
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