22ª promoción | Fundación Gala

"Córdoba ha sido un poema del que beber para escribir más"

Foto de familia de la clausura del curso de la Fundación Gala.

Foto de familia de la clausura del curso de la Fundación Gala. / Juan Ayala

Escritor, poeta, músico... Daniel Rabal Davidov (Madrid, 1998) ha sido uno de los 14 jóvenes creadores que han habitado la residencia de la Fundación Gala, en Córdoba, a lo largo de este curso 23/24. Aquí se ha inspirado para culminar Don Juan, su cuarta novela con apenas 26 años, que ha supuesto su propia aproximación al arquetipo tradicional, bebiendo del romanticismo de Byron, del preciosismo de Gabriele D’Annunzio o de Ramón María del Valle-Inclán en las Sonatas y de la búsqueda del espíritu humano.

Para este joven escritor madrileño, bisnieto de Paco Rabal y Asunción Balaguer, y con raíces búlgaras por parte de madre, "Córdoba ha tenido mucha influencia en esta novela", ha contado a los medios de comunicación este martes, instantes previos a la clausura de la 22ª promoción de la Fundación. "Es una ciudad bellísima, y en los primeros paseos por aquí fue un poema del que beber para escribir más", ha definido al más puro estilo Gala.

Lucía Maguregui Magu (Bilbao, 2000) es una pintora casi recién salida de la Facultad de Bellas Artes. Sus obras  parten generalmente de un archivo de imágenes personal inspirado en un imaginario pop y contemporáneo. Poca influencia de los Romeros de Torres hay en lo que hace, pero sí ha reconocido ser fan de las "interesantísimas pinturas que tiene Andalucía". 

Magu ha explicado la experiencia en la residencia "como un Gran Hermano sin las cámaras", aunque probablemente quisiera decir un Operación Triunfo, donde la finalidad es más artística, aunque a diferencia del talent show, los residentes de la Fundación Gala no tienen profesores, sino que se alimentan entre ellos mismos, aprovechar el tiempo para dedicárselo a sus proyectos y de las consejos de otros creadores que son invitados por la Fundación para dar charlas.

"Tener tanto tiempo para pintar no es lo normal", ha destacado como uno de los aspectos positivos de esta beca, y "además es un intercambio muy bonito con artistas de otras disciplinas. He crecido mucho porque es un feedback constantes: el que te quiere leer un nuevo capítulo te lo lee, el que quiere compartir un poema"

Rabal ha coincidido en que se trata de una experiencia muy positiva para jóvenes creadores, destacando también el enriquecimiento de las diferentes disciplinas: "es un regalo para todos los que estamos por aquí. El feedback es continuo, comentamos los proyectos, las ideas de cada uno...". 

La primera promoción en un mundo sin Gala

Como ellos dos, otros 12 jóvenes más de hasta seis nacionalidades, dirán próximamente adiós a Córdoba, la que ha sido su casa y lugar de creación, en algunos casos de inspiración, durante los últimos nueve meses. "Uno se lleva el aprendizaje y las amistades de aquí, pero hay que estar abierto a los cambios e ir a por lo siguiente", ha resuelto David Rabal Davidov. 

"Ha sido una promoción muy positiva y muy activa, con una gran solidaridad entre ellos y que ha trabajado duro. Estamos y están muy satisfechos con el trabajo y desarrollo de los proyectos que han realizado. Algunos incluso con bastante antelación y han comenzado un segundo proyecto", ha valorado en su balance del año el presidente de la Fundación Gala, Francisco Moreno.  

Será una promoción para el recuerdo por haber sido la sido la primera en un mundo sin Antonio Gala, aunque "lo hemos tenido muy presente y le hemos honrado con la finalización de nuestros proyectos", ha asegurado Rabal. Por su parte, Francisco Moreno ha aclarado que, como reflejó Gala, "su fundación no fue una institución creada para él, sino para la ciudad de Córdoba", de modo que se seguiría queriendo y apoyando por todos los cordobeses a pesar de su muerte. 

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