España acumula más de cuarenta días confinados, tomando el sol entre las rejas de la ventana y aire en la liturgia de los balcones, convirtiendo los paseos al supermercado en la mejor de las tareas diarias, y dejando volar la imaginación para dibujar cómo será el después, cuando la crisis del coronavirus empiece a ser una mala pesadilla de la que aún quedan muchos sueños. Es por eso que cualquier detalle, nimio ante la tragedia, que pueda servir para dar algo de luz a la realidad pueda (y casi deba) tomarse como un oasis de esperanza.

En plena guerra dialéctica entre políticos de diferentes colores, con planes por aquí y por allá para liderar el desconfinamiento y con el Gobierno ya estudiando más a fondo cómo debe ser esa desescalada para evitar un repunte que podría ser muy peligroso (en cuerpo y mente), los datos, fríos como son, ponen a Andalucía en un lugar preferente en el mapa. Y a una zona de Córdoba, concretamente la orilla del Guadalquivir desde Villa del Río hasta Palma del Río, entrando en la sierra para bordear a la capital, mejor posicionada aún.

Hay que dejar claro que esto no va de carreras, de quedar primero o último; esto va de doblegar una pandemia trágica que cada día que pasa sigue cobrándose vidas humanas. Pero dentro de esa realidad con la que la lidia diaria es complicada, las cifras que presenta el Distrito Guadalquivir son las mejores de la región. Es cierto que no tiene núcleos urbanos muy poblados, pero la tasa de incidencia, tomada por cada 100.000 habitantes, permite equilibrar los datos con otras demarcaciones.

Con los datos facilitados por la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, a fecha del domingo 26, entre los 22 municipios que conforman el Distrito Guadalquivir apenas se contabilizan 55 contagios (56 si se tiene en cuenta a la localidad sevillana de Peñaflor, incluida en el centro sanitario de Palma del Río para las cuentas del ente regional). La cifra, bruta, ya es de por sí la más baja de la Comunidad Autónoma; y así se mantiene con el ratio por habitante, pues asciende a 45,1 casos por cada 100.000 ciudadanos.

Esta cifra apenas si encuentra parangón en dos demarcaciones más, situadas en Almería y Huelva, provincias que pasan por ser las mejores en números globales de Andalucía: Levante-Alto Alzamora, en la primera, con 56 casos; y Condado-Campiña (56,8), en la segunda. Y destaca sobremanera si se compara con los otros tres distritos de Córdoba, disparados cerca de los 200 -la capital se sitúa con un ratio de 193,7 y la zona Sur, con 198,7- y hasta notablemente por encima en el caso de la zona Norte (260,6), que tampoco destaca por su población, si bien ésta es muy envejecida.

La tasa de defunciones, también la más reducida

Pormenorizando aún más los datos del Distrito Guadalquivir, y aprovechando la comunicación por municipios realizada este lunes por primera vez por la Consejería, se hace notar que solo incluye a tres de las 20 localidades limpias del covid-19 en la provincia tras mes y medio de pandemia, y que son Fuente Carreteros, San Sebastián de los Ballesteros y Villaviciosa de Córdoba.

De las otras 19, la que más contagios acumula es Bujalance, con 8, seguida de La Carlota, Montoro y Palma del Río (6). La nómina la completan Almodóvar del Río, Pedro Abad, Posadas y Villa del Río (3); Adamuz, El Carpio, Fuente Palmera, La Victoria, Valenzuela y Villafranca de Córdoba (2), y Cañete de las Torres, Guadalcázar, Hornachuelos, Obejo y Villaharta, con apenas un caso.

Un grupo de mujeres cose mascarillas en Obejo.

Pero no solo por el dato de positivos, que refleja de manera fehaciente la afectación de la pandemia, puede considerarse a todos esos municipios que cohabitan a la orilla del Guadalquivir como oasis en la pandemia. Porque de las 55 personas afectadas por el virus SARS-CoV-2, 24 ya han recibido el alta, elevando el índice de curados hasta el 43,6%, mientras que 31 han requerido hospitalización -en la región solo tiene menos el distrito Serranía malagueño (28), mientras que Sierra de Huelva-Andévalo Central lo iguala-; de estos últimos, únicamente cuatro han pasado por la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

Por último, en cuanto a muertes, solo 5 de las 94 que se han producido en Córdoba -el dato real llega hasta 95 por un deceso en Peñaflor- han sido en esta demarcación (Hornachuelos, La Carlota, Montoro y Villaharta), lo que arroja una tasa de defunciones por cada 100.000 habitantes de 4, que también es la más baja de la región; le siguen Almería (4,3) y Bahía de Cádiz-La Janda (4,9), pues el resto ya se dispara por encima de 5 hasta alcanzar los 41 de Granada, que es el tope regional.