Crónicas Levantiscas

Juan Manuel Marqués Perales

jmmarques@diariodecadiz.com

Un decreto que desaira al Parlamento

La calidad de la democracia se deteriora con decretos como el de esta semana, 277 artículos y sólo siete días para estudiarlo El PSOE 'sumea' y Sumar suma cero Carmen Calvo y las como yo

Juanma Moreno en la sesión de control en el Parlamento de Andalucía.

Juanma Moreno en la sesión de control en el Parlamento de Andalucía. / María José López / Europa Press

EL abuso de gobernar mediante decreto es uno de los factores que deterioran la calidad de las democracias, y en estos días que oirán alabanzas festivas sobre el Parlamento andaluz a cuentas del 28 de Febrero conviene afear el tremendo desaire que el Gobierno de la Junta le ha hecho esta semana a la Cámara al aprobar un megadecreto compuesto por 277 artículos, de más de 600 folios, que modifica 176 normas legislativas. De una tacada y con sólo siete días para estudiarlo. Y, como siempre suele ocurrir en estos casos –éste es el cuarto decreto de simplificación–, alguien mete de rondón alguna modificación que no tiene que ver ni con la simplificación administrativa ni con la premura que justifica esta vía del decreto.

Porque ése es el único argumento que los gobiernos tienen para saltarse la vía de elaboración de las leyes por el Parlamento: sólo una inmediatez, convenientemente, justificada puede soslayar la actuación del poder legislativo.

El primer decreto de simplificación de Juanma Moreno , de 2020, aún espera a la decisión del Tribunal Constitucional, porque no sólo se aprobó por este dudoso método, sino que el visto bueno final no lo dio el Parlamento, sino la diputación permanente, que es el grupo de parlamentarios que se queda trabajando cuando la Cámara está cerrada. En aquella ocasión, debido a la pandemia. Conviene recordar que entre tanto papel, el Gobierno andaluz metió de tapadillo una autorización para que las emisoras en situación de ilegalidad pudieran emitir publicidad institucional, lo que causó el reproche de todas las cadenas de radio de España.

Ahora, ha sido Doñana. En medio de tal tocho, el Gobierno colocó un párrafo de la ley que se comprometió a olvidar con el Ministerio de Transición Ecológica y que, en la práctica, suponía amnistiar a algunos agricultores con sanciones previas. El teléfono rojo que tienen abierto Juanma Moreno y la ministra Teresa Ribera sirvió para deshacer el polémico artículo, así que la llamada surtió el efecto de una enmienda, figura habitual, esencial en el parlamentarismo democrático y hurtada con la vía de los decretos. Para que éstos sean, finalmente, válidos sólo se necesita que el Parlamento refrende el texto mediante una votación tal cual sale de San Telmo.

El Gobierno de Pedro Sánchez también abusa de la vía del decreto, tanto que suele introducir alguna medida innegable, como una subida de las pensiones, en lo que en realidad se convierte en un trágala, pero eso no resta gravedad a la forma de actuar del Ejecutivo andaluz.

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