Un armao que llora como expresión del gozo macareno. Una mano sobre el manto de tisú como imagen de la fe macarena. Un nazareno, su mujer y un nazarenito, como representación de la familia macarena que ora unida. El contraluz perfecto de la Virgen de la Esperanza ante las hermanas de la Cruz como síntesis inmejorable de la amanecida por antonomasia de la ciudad. El baile de las maraquillas, el tintineo de las flores de cera, las mecidas de las bambalinas y el vuelo de las plumas romanas como secuencia perfecta que representa el particular ballet macareno en torno a la Madre de Dios. Todas estas imágenes se recogen en la película Esperanza Macarena, luz y gracia de Sevilla, que toma el subtítulo del lema utilizado por Juan Miguel Sánchez al presentar su cartel de las Fiestas de Primavera de 1931. El largometraje, que se estrena esta noche en el Teatro Lope de Vega, se proyectará en el remozado museo de la hermandad, de próxima inauguración. El objetivo de la película, de 80 minutos de duración, es explicar al visitante la antigüedad, grandeza y profundidad de la devoción en torno a la Esperanza y, sobre todo, cómo es la cofradía en la calle. La dirección y guión corresponde a Carlos Colón, miembro del Consejo Editorial de Diario de Sevilla, y la realización y edición a Carlos Valera, de la empresa Cavalba.

La película está enriquecida con imágenes en sepia de la Semana Santa, como la del paso de misterio de la Sentencia por la calle Resolana en 1923, o las de 1930, en las que se aprecia una bulla ingente de público en torno a la cofradía. La base de la película está realizada con imágenes de las tres últimas Semanas Santas tomadas por un equipo de cámaras que, en la inmensa mayoría de los casos a pie de calle, sin torretas de apoyo ni balcones, han desafiado las bullas para captar una serie de detalles que, como explica el propio Colón, reflejan "la emoción, la suprema elegancia y la seriedad en el sentido macareno del término". Los cámaras han necesitado dos años de trabajo para que de cada lugar clave del recorrido se dispusiera de una gran número de imágenes: "La riqueza de planos es fundamental porque eso es lo que aporta más vida a la película". Basten varios ejemplos: hay una levantá del paso de palio filmada por tres cámaras distintas para captar todos los movimientos y aproximar el trabajo a la categoría conceptual del cine, hay imágenes de capirotes verdes con la candelería del palio de fondo que parecen óleos de Carmen Laffón y hay tal precisión en muchas secuencias que se aprecia perfectamente el diálogo entre el Señor de la Sentencia y una devota con el rostro bañado en lágrimas delante del convento del Espíritu Santo.

La película comienza con una Obertura a los sones de Coronación Macarena que recorre la historia de la hermandad del XIX hasta la coronación de la Esperanza (1964). Hay seis partes fundamentales: Barrio y Devoción, para explicar al espectador que la devoción a la Esperanza forma parte de la vida cotidiana del barrio; Salida y la calle Resolana, basada en imágenes interiores y exteriores, con escaso apoyo en la alocución; Carrera Oficial, que es la única parte en la que se ha hecho uso de imágenes cedidas de la televisión; Amanecer, donde se aprovecha la luz natural de las calles Francos y Feria y se realiza un homenaje a los macarenos (nazarenos, costaleros, armaos, devotos, etcétera) y, por último, Resolana y Entrada, donde nuevamente se disfruta del privilegio de las cámaras interiores del templo.

El eje musical de la película es la Sinfonía Sevillana de Turina. Si las imágenes tienen como objetivo "descomponer en mil detalles la cofradía en la calle", la música traduce cómo es sentida la cofradía en la calle, pues de alguna manera el forastero debe probar o tratar de aprehender la emoción que siente el sevillano ante la Esperanza.

Se han utilizado también fragmentos de dos conciertos para piano y orquesta de Bach; un concierto para piano y orquesta de Ravel; la saeta en forma de salve a la Macarena de Turina con letra de los hermanos Álvarez Quintero, un Nocturno de Manuel de Falla para piano y un Vals Trágico de Turina. Las marchas de Semana Santa son todas grabadas en directo en plena calle, a cargo de la banda del Carmen de Salteras: Coronación de la Macarena, de Braña; Esperanza Macarena, de Pedro Morales; Pasa la Macarena, de Gámez Laserna; Macarena, de Cebrián, y Pasan los Campanilleros, de Farfán. Cómo no, la película incluye también el sonido más clásico de las cornetas y tambores de la banda de la Centuria Romana Macarena. La alocución corre a cargo del periodista Antonio García Barbeíto, que pone voz a textos muy diversos: una homilía del Papa Benedicto XVI sobre la Resurrección pronunciada en San Pedro, y pasajes de La Ciudad de Chaves Nogales, de la Salve de los hermanos Quintero, de Joaquín Romero Murube y del propio Carlos Colón (uno de su Pregón de la Semana Santa de 1996 y otro titulado Costaleros macarenos).

Colón y Valera han trabajado de forma altruista para sacar adelante el proyecto. La película se venderá exclusivamente en la tienda oficial de la hermandad.