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Un regreso amargo

  • Semblantes serios en la vuelta de la expedición de Madrid, en la que no estuvieron los dirigentes

Joaquín, junto a Petros y Adán, en la llegada a Santa Justa.

Joaquín, junto a Petros y Adán, en la llegada a Santa Justa. / Juan Carlos Vázquez

El regreso de la expedición verdiblanca desde Madrid fue más largo de lo habitual. O así se le hizo a la mayor parte de los integrantes de ese AVE que partió a las nueve de la mañana de la capital de España con destino a Sevilla. Semblantes serios y pocos diálogos se sucedieron dentro de una plantilla a la que tampoco le sentaron nada bien las palabras de los máximos dirigentes.

Precisamente, éstos se ausentaron del viaje de vuelta. Ángel Haro y José Miguel López Catalán permanecieron en Madrid junto al director deportivo, Miguel Torrecilla, para tratar asuntos relacionados con la planificación deportiva. Tras el partido, tampoco se cruzaron demasiado con los jugadores, aunque sí expresaron en los medios oficiales su enfado.

Uno de los capitanes, Adán, hizo autocrítica en las propias entrañas de Butarque. El meta, que ya alzó la voz durante la Semana Santa para solicitar compromiso cuando nadie del club comparecía en público, reconoció la falta de actitud del equipo, en un toque de atención para el resto de la plantilla de cara al duelo del Atlético.

La llegada a Santa Justa fue más o menos tranquila. No hubo grupos de béticos esperando a la expedición, pero sí hubo algún encontronazo, como el que captaron las cámaras de Cuatro. Un aficionado recriminó a Joaquín sus apariciones en los programas de televisión. "Monstruo, yo cuento los chistes que a mí me da la gana. ¿Vale o no vale? Que hay muchas cosas que hacer para venir aquí a…", respondió el portuense, que incluso fue calmado por un agente de la policía nacional y por otros compañeros como Adán.

Ya por la tarde, y tras el acto en el que participó en El Puerto, Joaquín le quitó importancia a ese asunto. "Cuando las cosas te duelen.... Ha sido una tontería, son cosas del calentón. No le doy mayor importancia, hay que tener la mente fría y ser lo más profesional posible", señaló el portuense, que se refirió a la situación del equipo: "El vestuario está jodido, una sensación extraña, han sido dos partidos con dos varapalos gordos y contra dos equipos que a priori duele mucho más. Ya no vale ni pedirle perdón a la afición. Hay que amarrarse los machos y tirar de amor propio el que lo tenga y le duela". Por último, Joaquín aceptó las duras palabras de Haro contra los jugadores: "Son momentos díficiles. Él es el presidente y tiene que hablar. Seguramente todo lo que dijo lo hizo mirando el bien del Betis, la afición... Todo lo que conlleva llevar este escudo encima.

Afortunado o no, él es el presidente y tenemos que acatarlo. Nosotros lo que tenemos que hacer es trabajar y jugar".

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