El ahorro, nuevo método para generar beneficios

La necesidad agudiza el ingenio. Tras dos temporadas consecutivas sin alcanzar la fase de grupos de la Liga de Campeones -la que verdaderamente genera ingresos- el Sevilla se ha visto obligado a cambiar su modus operandi para continuar peleando por la zona alta en la Liga. No han sido pocas las ocasiones en las que el presidente, José María del Nido, o el director general, José María Cruz, han señalado que clasificarse con asiduidad para la máxima competición continental es imprescindible para mantener el nivel de la plantilla, y que sin esos ingresos, las salidas de jugadores serían imprescindibles para cuadrar los presupuestos.

Pero la coyuntura económica actual es la que es, y en esta situación, las ventas millonarias brillan por su ausencia. Además, desde el club no se han querido escuchar ofertas por puntales de la plantilla como Jesús Navas, Negredo o Perotti, los activos con mayor mercado con los que cuenta el club ahora mismo.

Por el contrario, se ha optado por la vía del ahorro y por ventas que, si bien no reportan beneficios tan elevados como sí lo hicieron antaño Baptista, Sergio Ramos, Keita o Daniel Alves, sí suponen un ahorro bastante considerable, principalmente en lo que a fichas se refiere, un concepto que ha ido creciendo a pasos agigantados en el Sevilla en las últimas temporadas.

Las últimas salidas han sido el traspaso de Diego Capel al Sporting de Portugal y la cesión de Lautaro Acosta al Racing de Santander. Los 3,5 millones ingresados por el traspaso del almeriense parecen un precio pequeño para un internacional de apenas 23 años, pero en un puesto masificado en la plantilla, su salida supone una inyección que mitiga la falta de ingresos. Con Acosta, con un rol más que secundario en la plantilla, el Sevilla se ahorra una ficha con la que, por ejemplo, prácticamente se pagan los contratos de esta temporada de los canteranos que han renovado este verano y han hecho la pretemporada con Marcelino.

Éste es el mismo camino que se tomó con Konko en el pasado mercado invernal o con Zokora a principios de verano, dos fichas altas que se ahorran además de dejar dinero por sus traspasos (alrededor de 10 millones de euros entre los dos), aunque menos de lo que el Sevilla invirtió en su día.

También supuso un gran ahorro para las arcas del club la salida de Luis Fabiano, que aún no ha podido jugar con el Flamengo al seguir recuperándose de su rodilla y que estaba en el tope salarial de la plantilla.

Esta fórmula de ahorro se ha visto también reflejada en las incorporaciones de este verano. Manu del Moral, Coke, Spahic y Trochowski, además de la opción de compra ejercida por Cáceres, han sido fichajes a coste bajo, al igual que lo fueron en enero Rakitic y Medel, y como lo será a todas luces el delantero que cierre la plantilla, ya que desde el club sólo se considera la cesión con opción de compra como fórmula de adquisición.

A esta política ayuda en gran parte las peticiones de Marcelino. El técnico asturiano ha declarado por activa y por pasiva su preferencia por una plantilla de 23 jugadores. Con ello, y con la hornada de canteranos que viene empujando, el Sevilla opta por ahorrar en fichas de jugadores que tendrán un rol secundario en la plantilla, en lugar de hacer caja con alguna venta millonaria.

De esta forma, desde el club se pretende no debilitar la plantilla para poder competir por volver a estar entre los cuatro primeros al tiempo que se cuadra el presupuesto para no generar pérdidas al final del ejercicio. En época de vacas flacas, el Sevilla ha optado por la vía del ahorro como camino para que los beneficios de la Liga de Campeones no se demoren en llegar otra temporada más, porque en ese caso el club ya sí estaría obligado a desprenderse de alguna de las estrellas del plantel.