Puede que, finalmente, Aminata Diallo no sea una moderna versión de Tonya Harding. La investigación en relación a la agresión sufrida por la jugadora del París Saint-Germain Kheira Hamraoui ha dado un giro de 180 grados en las últimas horas y las autoridades apuntan ahora a la venganza personal de una expareja de la jugadora y no a una supuesta confabulación montada por su compañera en el PSG. 

Pese a este giro de los acontecimientos Diallo, que pasó 36 horas detenida y posteriormente fue puesta en libertad sin cargos como sospechosa de idear una agresión a su colega Hamraoui, se ha quedado fuera de la lista para el encuentro liguero que el PSG disputa ante el Lyon este domingo. La jugadora no ha vuelto a entrenarse con el conjunto francés desde su detención. 

Como se esperaba, Hamrahoui tampoco fue llamada para el Lyon, pues se encuentra convaleciente de los golpes que sufrió en las piernas el pasado 4 de noviembre, en una misteriosa agresión perpetrada por dos hombres encapuchados que sigue sin resolverse y tiene en vilo al deportes francés.

El PSG había pedido el aplazamiento del encuentro de ese encuentro del domingo en Lyon a las 21 horas (20 horas GMT), alegando falta de condiciones psicológicas de la plantilla, pero las instancias federativas desestimaron la solicitud parisina.

El club parisino está inmerso en una crisis desde que estallase este affaire. Los investigadores sospecharon en un primer momento que Diallo había orquestado el ataque a Hamrahoui, con la intención de lesionarla y poder tener más minutos de juego. Ambas se desempeñan en la misma posición de medio ofensivo. Diallo, interrogada por las autoridades, negó los hechos. 

Sin embargo, con la puesta en libertad de Diallo sin cargos, la hipótesis de ese estrambótico ataque ha perdido fuerza y medios como "L'Équipe" adelantaron que los agentes están detrás de otra pista que les llevarían a creer que se trató de un acto de venganza por un asunto privado.

De acuerdo con el diario, tanto Diallo, presente en la agresión, como la agredida Hamrahoui dijeron ante los investigadores que habrían escuchado de uno de los encapuchados la frase "hombre casado".