Iñaki Gabilondo. Periodista

"El idioma de internet ya lo conocía antes la radio"

  • Durante 20 años dirigió 'Hoy por hoy', convirtiéndolo en el programa de mayor audiencia de la radio española.

Con 27 años dirigió Radio San Sebastián, de la Cadena Ser, y con 29 Radio Sevilla. Iñaki Gabilondo (San Sebastián, 1942), empieza como periodista a los 21 años en la Cope de su ciudad natal. Puso en marcha Radio 16 y en 1983 regresa a la cadena Ser. Dirige Hora 25 y, durante veinte años (1986-2005), el programa Hoy por Hoy, que convierte en el de más audiencia de la radio española. El libro Testigo de la historia es un compendio de 64 entrevistas. Ha visto el zepelín junto a la Giralda en la exposición de los 90 años de Radio Sevilla.

-¿Por qué siempre le ha impresionado tanto la vega de Carmona?

-Me impresionó la primera vez que la vi, cuando vine a trabajar en Andalucía, y me sigue impresionando. Recuerdo que lo hablaba mucho con Elías Querejeta allí en San Sebastián, donde llegaban tantos y tantos andaluces a trabajar. ¿Y de aquí se van? No es que yo pensara que esto fuera África, pero al ver una cosa tan bonita, un paisaje tan sublime, pensaba que algo se tenía que estar haciendo mal, de una manera injusta y dislocada, para que la gente se marchara de aquí.

-¿Por eso un vasco animó a la gente a sentirse andaluza?

-En la exposición de noventa años de Radio Sevilla está el eslogan entero: Andalucía es una tierra grande, hermosa, vieja y sabia. Siéntase orgulloso de Ser andaluz.

-¿Tantas historias de la radio, con el título de la película de Sáenz de Heredia, le han dejado sin palabras?

-Vienen muchos recuerdos, muchas emociones, muchos amigos, algunos que ya no están. Tampoco se trata de hacer una exhumación de recuerdos.

-Después de dirigir Radio San Sebastián, dirige Radio Sevilla entre 1972 y 1976. En ese periodo, matan a Carrero Blanco y muere Franco...

-Me pillaron las dos muertes en la radio. Recuerdo una anécdota graciosa. En noviembre de 1975 tenía previsto hacer un viaje a Londres y lo tuve que suspender. Uno de mis hijos, que eran todavía muy pequeños, me preguntó que por qué no iba. Le dije que se había muerto Franco. "¿Es que ibas a ir con él?", me dijo.

-¿Vino a Andalucía por azar?

-No llegaron a hacer oficial el nombramiento de Manuel Alonso Vicedo como director de Radio Sevilla. Se mató en un accidente de tráfico con tres compañeros cuando volvían de El Puerto de Santa María, donde había formado parte del jurado para la elección del monumento al toro. Eso precipitó mi llegada a Sevilla. Me tocó asistir a la inauguración del callejón con el nombre de Vicedo y a terminar la tarea de elegir el monumento. Cada vez que voy a El Puerto, lo veo, lo recuerdo y no deja de estremecerme.

-Han vuelto los toros a San Sebastián...

-Ésa es una buena noticia. En la exposición me ha dado mucha alegría ver la foto de Manolo Vázquez, buen amigo, y a Curro Romero con Orson Welles.

-La Real Sociedad ganó dos Ligas seguidas, temporadas 80-81 y 81-82. La anterior la perdió en el campo del Sevilla con el gol de Bertoni. ¿Se lo ha perdonado?

-Al Sevilla sí le perdoné, a Bertoni no (risas). Me contaron en San Sebastián que esa Liga no la perdimos en Nervión, sino en el Bernabéu. La Real iba ganando 0-2, pero el árbitro le echó una mano al Madrid hasta que consiguió empatar.

-¿Qué sintió después de los atentados de París el viernes 13?

-Aparte del impacto y la conmoción que hemos sufrido todos, a mí me concierne mucho esa ciudad. Yo viví en París, allí estuve con mi primera mujer y concibió a nuestro primer hijo. 

-Ha dicho Javier Solana, ex secretario general de la OTAN, que el protagonismo en la lucha contra el Estado Islámico debe recaer más en los países árabes que en Occidente. ¿Está de acuerdo? 

-Básicamente sí, pero no es incongruente que Occidente también intervenga en los combates. Está claro que al Estado Islámico sólo se le puede derrotar desde el islamismo, pero ese convencimiento no es incompatible con el papel que deben jugar los países occidentales. Esto no tiene nada que ver con la guerra de Iraq. Allí no había una amenaza, eran todo mentiras. Pero esta vez la amenaza sí va en serio. Y la presencia de Occidente ha de estar subordinada al liderazgo del mundo árabe.

-Con el zepelín rematado con la cruz gamada pasando por la Giralda, en la exposición se ve el salto de la riada del Tamarguillo de 1961 (con la tragedia de la Operación Clavel) a los esplendores de la Expo 92. ¿Es un buen retrato del cambio del país?

-Han sido muchísimas cosas, y la radio ha sido un testigo privilegiado para contarlas. En los primeros 70 intuimos unos cambios que convivían con los últimos estertores del franquismo. No me refiero sólo a los cambios políticos. Se dieron en la Semana Santa, con esos muchachos metiéndose debajo del paso de Cristo de los Estudiantes; en el flamenco, que entraba por primera vez en la Universidad. En una nueva manera de entender la educación en centros como el colegio Aljarafe. Una sociedad nueva en una piel vieja que iba cambiando.

-Entre los objetos expuestos, está la radio en la que echaba sus arengas Queipo de Llano. ¿Esa reliquia contraviene la Memoria histórica?

-Hay gente que no lo ha entendido e incluso se han enfadado. Eso es parte de la historia. No se trata de ningún ejercicio de glorificación; al contrario, refleja la ocupación de Radio Sevilla por parte de Queipo de Llano, que se apoderó de la emisora a lo largo de 560 noches. No tenía ningún sentido ocultarlo.

-Hace diez años que dejó Hoy por hoy. ¿Ya no es ayer, como escribió Quevedo?

-Nostalgia tengo poca. Otra cosa son los recuerdos, hay que vivir con ellos. Hay momentos y personas inolvidables, otros completamente olvidables. Vivir es como conducir. Hay que mirar siempre al frente, hacia delante, pero pendientes del espejo retrovisor y de las luces largas. El atrás no te puede arrollar, pero no lo puedes ignorar. A mí me emociona ver en una foto a Lola Carretero, mi mujer, jovencísima, con Juanita Reina, Estrellita Castro, Lola Flores, Marifé y Rocío Jurado. 

-¿El cambio de dial se adelantó a los cambios de internet? 

-El idioma de internet ya lo conocía la radio; esa información fluida, continua, permanente, que no tiene el periódico. Lo que aporta internet es una dimensión superlativa de todo eso.

-¿Vasco del sur, andaluz del norte?

-Estoy casado con una sevillana. En mi caso se reproduce el guión de Ocho apellidos vascos, Gabilondo y siete más después de Pujol. Decía Gerardo Diego que enfrente vive el otro yo. En la exposición está Blasco Garzón, el presidente del Ateneo que reunió a la generación del 27. Hay una foto de Jorge Guillén. Iba a dar dos conferencias en Radio Sevilla sobre Bécquer. Estalló la guerra y la segunda la tuvo que dar en Canadá.

-¿Añora el sur?

-Siempre dije que me gustaría morirme un día de primavera, bajo la lluvia de abril, en un banco de la plaza de San Lorenzo. Si uno se pudiera morir en dos sitios a la vez...

-¿Cómo aguarda las elecciones del 20-D?

-Con poca incertidumbre y ningún hartazgo.

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