Pasarela

Cayetana de Alba: estrella de Oriente

  • La duquesa amadrinó la inauguración de una muestra de belenes en Carrión de los Condes, en Palencia. Su marido, Alfonso Díez, no dudó en hacer alarde de su origen palentino.

Cayetana Fitz-James Stuar fue ayer la estrella de Navidad más potente, capaz de iluminar con su presencia una de las mayores muestras de belenes del mundo, 1.410 conjuntos procedentes de más de 80 países reunidos por las madres clarisas de Carrión de los Condes (Palencia). Ella y su esposo, Alfonso Díez, fueron los invitados de lujo de las madres clarisas, que en la última década han sido capaces de reunir 1.410 belenes de los cinco continentes y mostrárseles al mundo bajo el título El Belén, sus personajes y sus símbolos.

Ayer, el patio reglar del convento de Santa Clara, con alfombra roja incluida, se llenó de autoridades, representantes de asociaciones belenistas, vecinos de Carrión de los Condes y otros pueblos, incluido el pueblo natal de Alfonso Díez, Tabanera de Cerrato, cuyo alcalde, Aurelio González, presumía más que nunca de vecino famoso.

Agarrada del brazo de su esposo, la duquesa llegó rodeada de flashes y cámaras de televisión y sin dejar de saludar a todo el mundo, hasta llegar a la zona del convento donde le esperaban la madre abadesa, sor Micaela Velón, y algunas monjas de clausura. De ellas recibió un ramo de rosas que hacía juego con su chaquetón de piel, además del agradecimiento por dar realce a una muestra que cada año preparan con cariño.

Una muestra en la que se puede ver cómo se representa el nacimiento de Jesús en más de 80 países de todo el mundo y en todo tipo de materiales: madera, plastilina, papel, alubias, arroz, oro, plata, macarrones, palillos, cerillas, barro, cerámica... y que sirve para "demostrar el poder evangelizador a través del arte y la cultura", como manifestó la madre abadesa. "Estoy encantada de haber venido y conocer estos preciosos belenes", comentó Cayetana, que se reconoce una persona "muy fervorosa" a la que le encanta la Navidad, una fiesta que este año pasará en casa, junto a sus hijos y sus nietos.

Cayetana de Alba agradeció el calor de los palentinos, su multitudinario recibimiento, y la invitación de las clarisas para comprobar que realmente esta exposición, de la que ya había oído hablar, "es preciosa". También Alfonso Díez se confesó encantado de haber sido el guía de su esposa por su tierra natal, porque "aunque viva fuera de Palencia, nadie me quita mi parte de palentino, y eso se me nota".

Durante una hora, la duquesa y su esposo saludaron a todos, sonrieron a las cámaras y respondieron a las preguntas de los medios, antes de visitar la exposición en privado. Después se fueron con una sonrisa y un montón de regalos, dejando en Carrión una inauguración con mucho glamour y la promesa de volver a tierras palentinas en breve.

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