Dos conciertos espirituales
Jorge Grundman: Piano & Cello Concertos | Crítica
Sony Classical publica dos conciertos neorrománticos de Jorge Grundman
La ficha
JORGE GRUNDMAN: PIANO & CELLO CONCERTOS
Jorge Grundman (1961)
1. Concierto para piano en mi menor Op.63 The Toughest Decisión of God (2018)
2. WATFP para orquesta de cuerda Op.38 (2014)
3. Concierto para violonchelo y orquesta de cuerda Op.76 Act of Contrition (2021)
Eduardo Frías, piano (1)
Iagoba Fanlo, violonchelo (3)
Orquesta Sinfónica de Navarra
Pedro Halffter, director
Sony Classical
Confiesa Jorge Grundman (Madrid, 1961) que durante mucho tiempo sintió que la música que él deseaba componer sería, como pegada a la tradición del lenguaje tonal, incomprendida en el mundo de la creación actual, y por eso prefería abstenerse de escribirla. Pero un día de 2003 todos los complejos saltaron por los aires, y desde entonces su catálogo no ha dejado de crecer con páginas en todos los géneros imaginables (incluidos el oratorio y la ópera) hasta alcanzar en estos momentos los 84 números de opus.
Entre ellas no faltan las piezas orquestales. Sony Classical acaba de publicar un álbum que incluye dos conciertos: el de piano data de 2018, aunque está compuesto a partir de su Quinteto con piano op.21, escrito en 2012; el de violonchelo nació en 2021; entre medias se ha incluido una pieza para orquesta de cuerda titulada WATFP (We Are The Forthcoming Past), escrita en 2014 como arreglo de un anterior estudio pianístico. Las obras son interpretadas por el pianista Eduardo Frías, un habitual ya de los pentagramas de Grundman (disco incluido, también en Sony), el violonchelista Iagoba Fanlo y la Orquesta Sinfónica de Navarra dirigida para la ocasión por Pedro Halftter.
La música de Grundman no oculta sus intenciones comunicativas: es franca, directa y pretende ser expresión de sentimientos íntimos. Si en WATFP resuena la New Age (y Max Richter), los conciertos son claramente neorrománticos, aunque formalmente se apartan de las formas clásicas (tienen cuatro y seis movimientos, con una organización interna muy personal) y el compositor los plantea desde un punto de vista espiritual, más aún, religioso: La decisión más difícil de Dios lleva como subtítulo el escrito para piano; Acto de contrición se apellida el de violonchelo, que Grundman quiere continuación natural de aquel. Este es un disco que encantará por igual a clásicos empedernidos y nostálgicos de la emoción melódica.
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