Cultura

La emoción del 'bel canto' regresa al Teatro de la Maestranza con 'Norma'

  • La heroína trágica, uno de los personajes cruciales del repertorio operístico, vuelve a Sevilla en una versión que reivindica la vocalidad majestuosa de la obra de Bellini

Por motivos inexplicables, uno de los títulos cruciales del repertorio lírico, la Norma de Vincenzo Bellini, estuvo más de un siglo sin representarse en Sevilla, un vacío que el Maestranza subsanó en el año 2000 con una coproducción del coliseo sevillano junto al Teatro Bellini de Catania y el Landestheater de Salzburgo que protagonizaba Maria Guleghina. Este viernes, la sacerdotisa druida, una de las heroínas trágicas más memorables de la historia de la ópera, volverá a conmover a los espectadores sevillanos gracias a un montaje del Teatro Regio de Turín, que se verá en la ciudad este viernes, además de los días 9, 11 y 14 de este mes. Las entradas para la primera y la cuarta función están agotadas, pero, como apuntó ayer la directora gerente del Teatro de la Maestranza, aún quedan localidades disponibles para la segunda y la tercera representación.

Maurizio Benini, director musical de esta versión, es consciente de que la única manera de acercarse a Norma es dejándose arrastar por la vocalidad portentosa que encierra una obra de Bellini. "Es difícil decir nada nuevo sobre esta obra, que es uno de los vértices de la ópera italiana", opina el maestro, para quien el compositor de I puritani condensa las esencias del bel canto, la apuesta por "una pureza melódica extraordinaria en la que el canto es lo más importante. Si no hay grandes intérpretes no se puede hacer. Norma es la máxima expresión del virtuosismo de las voces". En la historia de esa mujer escindida entre la pasión, el amor maternal y el compromiso con la religión se aprecia la maestría de Bellini para brindar a los intérpretes un encuentro con lo sublime, pero "eso no quiere decir que la orquesta no sea importante -matiza Benini-, porque no sólo acompaña, sino que subraya las emociones que las voces transmiten. Aquí estamos yendo a la escritura de Verdi; hay bellos pasajes con la cuerda y el viento". Una responsabilidad, asegura el director, que los integrantes de la ROSS han cumplido con creces "a pesar de ser una orquesta sinfónica que no está habituada a este repertorio", señala Benini, que ha encontrado también en el Coro de la Asociación de Amigos del Maestranza "un entusiasmo y una ilusión que no se da en otros coros más profesionales".

Esta Norma promete así una lectura marcada por la fidelidad a los planteamientos concebidos por Bellini, tal como suscribe Vittorio Borrelli, encargado de la reposición de la puesta en escena. "Con nuestro trabajo arropamos a los cantantes, les damos seguridad, es un espectáculo de grandes atmósferas que secunda el canto y la música", adelanta el especialista, que toma el testigo del fallecido Alberto Fassini, colaborador habitual de Visconti y un invitado frecuente en los teatros más destacados de Europa. En la escenografía que ofrece la producción "siempre están sucediendo cosas, gracias a un sistema de paneles correderos que ayudan a que giren una parte frontal y otra trasera".

La soprano Daniela Schillaci, que sustituye a la inicialmente prevista Angela Meade, que suspendió su visita a Sevilla por una laringitis, afronta como "un reto" interpretar a Norma. "Me provoca una emoción particular porque soy de Catania como Bellini", confiesa ante un trabajo "difícil no sólo por la extensión sino desde el punto de vista de la emoción, por la pasión". Pesa, admite, meterse en la piel de una mujer que encarnaron Maria Callas o Montserrat Caballé, pero no quiere sentirse sobrepasada por esas referencias. "No puedo ser como ellas", reconoce, "si consigo emocionar ya habré ganado". Al debate sobre qué se puede aportar a un clásico como éste se suma Benini. "Hacer Norma da miedo porque está mitificado. Pero somos artistas de hoy y haremos algo acorde con el tiempo en que vivimos. No vamos a presentar la Norma absoluta de este siglo, pero será una versión de ahora".

Frente a Schillaci, la mezzosoprano Sonia Ganassi, una de las presencias más notables del reparto, se encuentra cómoda en el rol de Adalgisa, "un personaje que he cantado muchas veces. Es una mujer muy distinta de mí, una joven frágil, indefensa, melancólica. Es muy interesante convertirte en otra persona cuando te subes a la escena". El reparto también cuenta con Rubén Amoretti, como el anciano Oroveso, y el tenor Sergio Escobar, que "pese a ser español, de Toledo" debuta en los escenarios de su país con esta producción como Pollione, el secreto amante de Norma.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios