Betis: Triple cambio... y el martillo
Ruibal, Abde y Perraud, que entraron en el minuto 61, reactivaron al Betis en una buena lectura de Pellegrini · Con ellos tres en el campo llegaron los tantos de la goleada
Así jugaron los futbolistas del Betis ante el Valladolid

Sevilla/El Betis acabó brindándole una fiesta a sus aficionados en un partido que, finalmente, acabó en goleada. Pero no fue ni mucho un camino de rosas, y prueba de ello es que en el minuto 61 Manuel Pellegrini introdujo un triple cambio que reactivó y revitalizó a su equipo para acabar siendo un martillo. Ruibal, sensacional en la subida y pase atrás a Isco en el 3-1; Abde y Perraud –ambos marcaron– dieron otro aire a los verdiblancos ante un rival muy digno que cambió por completo cuando Raúl Moro –a buen seguro que va a ser una pieza muy codiciada en el mercado de fichajes de verano por la calidad que tiene– fue cambiado, pues fue un incordio constante para la defensa verdiblanca, que ya sin él en el campo se sintió más cómoda.
Así, con esa marcha más que ese triple cambio dio al cuadro heliopolitano, llegaron los goles para enderezar una noche en la que también los anfitriones jugaron con fuego en acciones como la de Fornals ante Aznou o Natan y su manotazo a Raúl Moro siendo último hombre.
Defensa
El Valladolid siempre fue valiente y el Betis sufrió mientras Raúl Moro estuvo en la hierba. El veloz extremo del cuadro pucelano fue un incordio por su desborde y aprovechaba los espacios a la espalda de Sabaly cuando Latasa arrastraba a los centrales béticos bajando a recibir como apoyo a sus compañeros de segunda línea. Así llegó el tanto del empate, fruto de esa valentía de un cuadro blanquivioleta que acabó la primera parte con mejores sensaciones y generando más peligro que el Betis.
En la segunda mitad, el Valladolid siguió igual, valiente y rápido cada vez que robaba la pelota o tras pérdida de los verdiblancos. Y Raúl Moro volvió a ser el principal filón, pero dejó su lugar en el campo a Machís y ya sin él, su equipo se diluyó y fue superado por completo por un Betis que en defensa apenas sufrió.
Ataque
El Betis, una vez que abrió el marcador después de la lesión de Javi Sánchez, jugó con fuego. Demasiado juego floral, con adornos, pero nada determinante. Isco no encontraba socios, Antony andaba más pendiente de los piques con Aznou que de jugar y Jesús Rodríguez, pese a marcar, tomaba siempre malas decisiones cada vez que encaraba.
Pellegrini movió el banquillo ya al descanso y dio entrada a Lo Celso, pero no terminaba de arrancar el Betis. Y entonces llegó ese triple cambio (61’) que acabó por reactivar a los heliopolitanos. La raza de Ruibal se dejó notar muy pronto con sus arrancadas por la derecha. Así llegó el 3-1, pero antes apareció el Cucho para firmar el segundo de la noche para los locales –ya con Ruibal, Perraud y Abde en el campo– con un espléndido cabezazo a centro de Bartra. Después, el marroquí y el galo se unieron a la fiesta.
Virtudes
El estado de confianza tan grande de los jugadores del Betis.
Talón de Aquiles
Los problemas que creó Raúl Moro.
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