"Si los que ven la película sienten la milésima parte de lo que experimentan las personas que ven a la Macarena en la calle, estaremos satisfechos". Con esa intención, daba paso Carlos Colón al audiovisual que, junto con Carlos Valera, ha realizado para explicar la procesión de la Macarena a los forasteros que visiten, desde el día 30 de octubre, el museo de la hermandad.

Todas las personas que abarrotaban anoche el teatro Lope de Vega conocen perfectamente lo que significa la Macarena. Muchos de ellos participan cada año en la cofradía, de nazareno, como armao, de acólito, con vara o con cirio, pero todos ellos se volvieron a emocionar, como cada Madrugada, ante semejante cascada de sentimientos. El abrumador aplauso -"¡en pie, en pie!, gritaba un visiblemente conmovido Luis León, capataz de la Esperanza durante muchos años- dejaba bien claro que la misión que Colón y Valera se habían propuesto al imaginar y editar la película se había cumplido, y con creces.

Los que acudan a partir de ahora al museo macareno podrán contemplar, en 80 minutos, el besamanos de cada 18 de diciembre, y cómo los devotos inundan la basílica para rezarle a la Virgen, la formación de la cofradía en la Madrugada, el reparto de insignias, la llegada de los armaos, los nervios de los más pequeños, la emoción de la primera levantá del Señor de la Sentencia, los rezos de los nazarenos ante la Virgen minutos antes de salir, los vivas de los costaleros, y como la basílica se va vaciando y quedando huérfana de Esperanza.

A partir de este momento, como dice Juan Ruiz, hermano mayor, y como se transmite en el largometraje, la Macarena pasa a ser de la gente, que la hace suya. Uno de los instantes más destacados es el momento de la amanecida del Viernes Santo, cuando el paso de la Macarena recoge los cantos de las monjas del convento de Santa Ángela de la Cruz. Un contraluz sublime de la Virgen y los sones de Macarena, de Emilio Cebrián, interpretada en directo por el Carmen de Salteras, hacen de este trance uno de los cúlmenes de la película.

La cofradía sigue su recorrido, mientras la emoción con la que la gente espera a la Macarena se hace patente en varias ocasiones que se suceden. La entrada del Señor de la Sentencia, el desfile de los armaos, y más lágrimas hasta que la Macarena vuelve a posarse en el presbiterio del templo.

Carlos Colón y Carlos Valera han conseguido hacer una película que habla de la devoción Macarena y consigue transmitirla a propios y extraños.