En el último año, Sevilla y Zaragoza han estado luchando por ser la ciudad que tuviera el cuarto puesto como ciudad más grande de España. Las tres primera son Madrid, Barcelona y Valencia y siguiendo a la capital de la comunidad valenciana se encontraba la capital hispalense, no obstante, a primero de mayo se publicaban datos relacionados con los padrones municipales que arrebatan este puesto a Sevilla y se lo concedían a Zaragoza, finalmente y tras conocerse los datos del INE, se puede concluir que la capital andaluza mantiene su cuarto puesto por escasos habitantes frente a Zaragoza. 

Lo cierto es que no ha habido mucha diferencia entre las dos ciudades que aspiran a ser la cuarta más grande de España y es que Sevilla ha sumado un total de 684.164 vecinos a fecha de 1 de enero de 2023, mientras que Zaragoza tiene un total de 683.949 vecinos, la diferencia es de tan sólo 215 habitantes en los que Sevilla supera a esta ciudad aragonesa. 

La capital hispalense obtiene datos preocupantes y es que a pesar de haber ganado 2.980 ciudadanos en los último año, sigue reflejando datos que no se daban desde 1992, donde la cantidad de sevillanos que figuraba en el listado del INE era de 683.028 personas. Este descenso demográfico afecta a la ciudad a todos los niveles y sobre todo le hace perder peso en temas políticos o económico ya que no es vista con los mismos ojos que hace algunos años, donde superaba el objetivo de los 700.000 habitantes. 

Sevilla por su parte quiere resultar una ciudad más atractiva y por eso recurre a la recreación de nuevas viviendas para que haya un mayor número de personas que puedan empadronarse aquí y aumentar su cuota demográfica. Es cierto que el turismo masificado va arrasando poco a poco con el centro de la ciudad y algunos de sus barrios más principales y es que la oferta hotelera y de pisos turísticos no para de crecer y de la misma manera que las viviendas aumentan el precio, prohibiendo a los sevillanos poder permitirse vivir en su propia ciudad por cuestiones económicas.