El partido del Sevilla | Análisis

Encontrar un partido cómodo o trabajárselo

  • El Betis nunca presionó en la fase de iniciación del Sevilla, ni con 11, y la circulación fluyó con comodidad

Informe táctico

Informe táctico / Departamento Infografía

¿El Sevilla encontró un partido cómodo o trabajó para tener un partido cómodo? ¿Fue demérito del rival o mérito propio? Algo así como la pregunta del huevo y la gallina puede aplicarse a la hora de analizar lo ocurrido en el derbi y esa extraordinaria e inusual comodidad que tuvieron los futbolistas del Sevilla para tocar, tener el balón, moverlo a su antojo y darle el ritmo según les parecía. La primera respuesta puede ser la expulsión de Guido, lo que facilitó claramente la circulación sevillista, pero lo cierto es que en la primera mitad ya tuvo el Sevilla unos índices de posesión demasiado altos, con 66,3% de tiempo con pelota y un 74,3% de acierto en pases, según los datos de Whoscored.

Hacía tiempo que no tenía el Sevilla tanto tiempo para tocar, era extraño que el jugador que recibía el balón tenía espacio y tiempo para pensar hasta la llegada de un rival.

Lo cierto es que el Betis ya con 11 en el campo tiraba muy atrás la primera línea de presión, con dos hombres además, con lo que le era sumamente fácil salir al Sevilla en fase de iniciación, la que se le suele atascar cuando los adversarios incomodan presionando arriba.Y una vez que eso ocurre, el rival está a punto de quemarse.

Defensa

El sistema defensivo apenas sufrió en algunos arreones del Betis, en balones por dentro en los intervalos de la defensa y con acciones individuales de Fekir. Pero Lopetegui volvió a invertir el triángulo central, lanzando por delante de Fernando el trabajo de Joan Jordán. El acoso arriba, la presión tras la pérdida... hacían que el Sevilla recuperara muy rápido el balón. En la segunda parte fue ya un escándalo, subiendo a 74,3% y un 91% de acierto en pases.

Ataque

El Sevilla recuperó la esencia de su modelo, con los extremos por dentro y a la vez por fuera, creando situaciones de dos contra uno, de tres contra dos... y con Joan Jordán de perfecto organizador por delante de Fernando.

El balón circulaba de lado a lado y un sevillista siempre recibía con tres metros sin un rival cerca.

Virtudes

Acabar presionando como jabatos ya con 0-2, al final y contra 10.

Talón de Aquiles

Quizá hubo fases en las que faltó profundidad y, con 0-1 y todo aparentemente controlado, se dejó ir dejando al Betis amagar con meterse de lleno en el partido.

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