El 14 de julio de 2021, el Ayuntamiento de Carmona aprobó iniciar el expediente de candidatura para la declaración de la ciudad como Patrimonio Mundial. Y los criterios que se han expuesto para dicha candidatura es que se ha considerado que Carmona constituye un ejemplo eminentemente representativo de conjunto arquitectónico que ilustra varios periodos significativos de la historia: tartésico, romano, islámico y medieval cristiano e inicios de la Edad Moderna.

“A su vez el paisaje cultural en el que se inserta compone un ejemplo notable de formas tradicionales de asentamiento humano y representativo de las diferentes culturas que lo han habitado a lo largo de más de cinco mil años”. Son palabras de José María Cabeza Méndez, arquitecto técnico y codirector del curso de Olavide en Carmona ‘Patrimonio mundial y Carmona’, que se ha inaugurado hoy dentro del programa de los cursos de verano.

En esta línea, considera que los puntos fuertes de Carmona son su posición estratégica y dominio del territorio, junto a la continuidad y persistencia como lugar habitado. “Una continuidad que atesora la significación de los periodos representados en un amplio espacio de tiempo y que testimonia la configuración urbana estructurando su paisaje, la planificación romana del urbanismo, la formación cristiana del arrabal y finalmente la ordenación moderna”.

En su camino hacia la designación de Patrimonio Mundial, Carmona tiene que hacer frente a importantes desafíos. Por ello, y en relación a qué probabilidades tiene la ciudad de obtener el título, el codirector del curso sostiene que es difícil precisar, “porque sabiendo que Carmona es un lugar muy valorado de una gran relevancia histórica y cultural con una riqueza y densidad patrimonial más que reconocida, se encuentra en España que, junto a Francia, está situada en el cuarto lugar de bienes declarados de todo el mundo, después de Italia, China y Alemania. De ahí que nuestro principal objetivo en la actualidad, una vez que la Junta de Andalucía ya valoró y aprobó nuestra candidatura el pasado año 2022, sea el de ingresar en la Lista Indicativa del Estado español donde se reúnen aquellos bienes nacionales susceptibles de ser considerados por la UNESCO como Patrimonio Mundial”.

Asimismo, asegura que la participación ciudadana es un aspecto a desarrollar de una manera especial en este proceso, no sólo porque es fundamental para la adecuada conservación de la ciudad, sino porque su apoyo resulta imprescindible con vistas a la defensa de la propuesta, tanto ante las administraciones españolas como ante los evaluadores de ICOMOS y ante el propio Comité del Patrimonio Mundial. “Si no existe un claro apoyo social, es muy difícil convencer a los responsables de que habrá una adecuada conservación del bien en el futuro”, apunta.

El interés por la conservación de Carmona viene desde hace mucho tiempo como se desprende en su declaración como conjunto histórico en el año 1963. Además, tiene declarado numerosos inmuebles BIC que garantizan su conservación. “Recordemos que uno de los primeros monumentos que alcanza ese rango en la provincia de Sevilla está en Carmona, el Alcázar de la Puerta de Sevilla en 1906”, recuerda el que fuera director del Real Alcázar de Sevilla.

Esas consideraciones han servido para que desde antiguo se haya protegido el patrimonio de la ciudad. Además desde 1995 el Ayuntamiento de Carmona tiene en su organización administrativa un Servicio de Patrimonio Histórico y Arqueología y, como norma principal en esa línea de conservación, el Consistorio dispone de un plan especial de protección del patrimonio histórico que fue aprobado en 2009.

Sin embargo, también se hace necesario garantizar el equilibrio entre la conservación del patrimonio y el desarrollo sostenible. Por ello, en las diferentes reuniones que ha mantenido el Consejo asesor, nombrado por el Ayuntamiento, se han tratado cuestiones como “aplicar medidas para reducir la luz artificial en la noche y minimizar los efectos de la contaminación lumínica, así como medidas para reducir la contaminación acústica. También procurar que el transporte público urbano sea eléctrico o de mínima contaminación y aumentar las zonas verdes con utilización preferente de especies autóctonas y minimización del agua de riego”, explica el arquitecto técnico.

Para promocionar y difundir la candidatura, desde el Área de Cultura, Turismo y Patrimonio, junto con otras áreas municipales, “se vienen afanando en esa línea y en diferentes espacios e instituciones, tanto públicas como privadas. Un ejemplo de ello es la organización del curso sobre ‘Patrimonio mundial y Carmona’ que celebramos este verano en la sede Olavide en Carmona”, concluye.