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Se dice que "para gustos colores", pero los sevillanos tienen muy claro las playas que le roban el corazón. El verano ha venido como anillo al dedo para desprendernos de las penas y sinsabores de la pandemia. La realidad es que, tras lo vivido, el sol brilla en cualquier parte, no sólo en la playa. Aun así, la sensación de la brisa en el rostro y los interminables paseos por la orilla son, sin lugar a dudas, remedios para cualquier mal.
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Se dice que "para gustos colores", una afirmación que se demuestra en cada sevillano. Muchos se sienten "choqueros" y el mar onubense es su destino favorito. Otros, prefieren la alegría gaditana y el ambiente de sus calles y pueblos. Sea como fuere, hay destinos turísticos que con sus playas enamoran al vecino hispalense. Estas son las 10 más cercanas a Sevilla y las que más gustan a los sevillanos:
Perteneciente al municipio onubense de Lepe, La Antilla se encuentra tan sólo a 109 kilómetros de Sevilla. Los amantes del agua helada tienen aquí su fantasía. Además, su playa cuenta con numerosos chiringuitos en los que poder disfrutar de una cerveza al cobijo de unas gambas de Huelva. Para los que no les gusta retozar en la arena, la cultura se deja ver en la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen, un precioso templo en el que rezar, ahora que no viene nada mal.
Entre dos aguas. El Portil y Nuevo Portil son dos núcleos urbanos que se encuentran en la provincia de Huelva. A poco más de 90 kilómetros de la capital hispalense, este oasis costero tiene todo lo necesario para disfrutar de unas buenas vacaciones o tan sólo ir a pasar el día. Para los amantes de la naturaleza, El Portil cuenta con la Reserva Natural Laguna, una zona en la que poder pensar en silencio a la sombra de los árboles. Más tarde, espera el Marlin Blue Beach Club con una copa que alimenta el alma.
Una de las zonas más ambientadas de la costa onubense. Su playa es de las más amplias de Huelva y su oferta gastronómica no dejará indiferente a nadie. Tras un paseo por Los Enebrales y sus dunas, un buen chapuzón en la playa de La Bota y una comida al Lorenzo en alguno de sus chiringuitos a pie de arena. Para rematar la jornada, sobremesa en El Mosquito, un rincón bohemio en el que disfrutar de una copa y sus conciertos en vivo.
La soledad de sus playas y el silencio que transmiten son algo mágico. Los accesos en algunos puntos son difíciles, pero necesarios de visitar. Respaldados por grandes acantilados, los bañistas podrán ser felices junto al mar. Además, entre dunas y a la vera de Matalascañas, la Venta Pilín, un oasis culinario que se quedará en el alma por siempre. Un sueño hecho realidad a tan sólo 100 kilómetros.
Es la playa más famosa por su cercanía con Sevilla. Más de una veintena de chiringuitos alegran a los viandantes de su infinito paseo marítimo. Matalascañas regala buen ambiente, gastronomía de calidad a precios muy asequibles y un entorno urbano que te vuelve a regalar esas ganas de vivir que se extraviaron en este último año. Para los más pequeños, los cines de verano son una gran opción para disfrutar de las frescas temperaturas nocturnas.
El que no haya ido a la gaditana Sanlúcar de Barrameda al menos una vez en su vida, no tiene perdón. El pueblo saluda a sus visitantes en la Plaza del Cabildo, un lugar perfecto para perderse entre finos, papas 'aliñás' y tortillitas de camarones. En sus playas se arremolinan los amantes de sus carreras de caballos y para los que buscan algo más de interior sus bares y restaurantes son una opción más que recomendable. Hay que animarse con los langostinos y para rematar, unas yemas de huevo.
Majestuosas playas regala Chipiona a sus visitantes. Aun así, este pueblo situado en la provincia de Cádiz cuenta con numerosas opciones para el día a día. Pasear por Isaac Peral y deleitarse con sus bares y restaurantes. Recorrer sus pinares, ya sea andando o en bicicleta, o deslumbrarse con el Santuario de Nuestra Señora de Regla. Además, Chipiona cuenta con una gastronomía sublime con productos tanto de costa como de la sierra. Un acierto venir a este lugar.
Con la tristeza de no poder ir nunca más al bar Brillante, el Puerto de Santa María es la localidad gaditana que concentra todo lo que se necesita para ser feliz. Su Ribera del Marisco es una auténtica preciosidad y si uno se adentra más en el centro, la Basílica de Nuestra Señora de los Milagros es toda una obra de arte. En cuanto a las playas, espaciosas, con arena fina y una brisa, que cuando no hay levante, es perfecta para darse un baño en un agua óptima por su temperatura.
Un día en Chiclana debe empezar saludando a los presentes en la Plaza Mayor. Más tarde, cuando las horas del Arquillo del Reloj marquen las 12:00, la playa espera con unos chiringuitos deseosos de servir una cerveza helada. La Barrosa es, sin lugar a dudas, la zona perfecta para disfrutar de la vida costera. Por último, la puesta de sol es algo mágico desde la Ermita de Santa Ana.
Entre cometas y deportes acuáticos, Tarifa es otro de los rincones gaditanos más famosos. Inmensas playas con acantilados que hacen aún más impresionantes las vistas. Arte y Vida o El Tumbao, son bares perfectos para deleitarse con un mojito mientras la jornada pasa. Ya por la tarde, el pueblo espera con sus pequeñas callejuelas y una oferta gastronómica que hipnotiza. Se aconseja ir con tiempo y con todo reservado ya que Tarifa es un paraíso del que todos quieren disfrutar.
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