COFRADÍAS - CURSOS

Comprometidos con la vida

  • Las hermandades de Vera Cruz y El Museo han organizado un curso de primeros auxilios de cara a la estación de penitencia de 2012

Están grabadas a fuego en las mentes de todos numerosas muertes súbitas provocadas por esfuerzos de deportistas de élite, aunque cada vez con más periodicidad aparecen casos en aficionados o no tan aficionados, jóvenes, mayores, mujeres... personas al fin y al cabo sin mayor relación entre ellos más allá de un posible problema crónico o la mera casualidad. En las cofradías ya no suena extraño hablar de sucesos de esta índole. Tan solo echando la mirada atrás apenas unos años se recuerda el trágico caso del costalero de la hermandad de las Aguas a la altura del Arco del Postigo o el de San Bernardo a su paso por la Plaza de la Alfalfa.

Las emergencias, que no urgencias, como diría el doctor Antonio Caballero, médico de urgencia del Hospital Virgen del Rocío y uno de los instructores del curso, son cada vez más habituales en la época en que vivimos y por supuesto, la Semana Santa no se queda al margen. La climatología, cansancio o situaciones de angustia provocadas, por qué no, en las bullas, traen consigo un incremento de problemas de salud. Por esta razón y de manera conjunta, las hermandades del Lunes Santo, Vera Cruz y El Museo han creído necesario llevar a cabo este sábado un curso de carácter didáctico titulado El soporte vital básico y los primeros auxilios para cofrades. Una jornada presentada y dirigida por los doctores Caballero, hijo de uno de los reorganizadores de Vera Cruz a mediados del pasado siglo, y Emilio Pérez, Promotor Sacramental y de Cultos de El Museo.

Con el fin de capacitar a los asistentes, principalmente diputados de tramo, auxiliares de los pasos y costaleros, los doctores han desarrollado la primera parte teórica en las dependencias de la casa de hermandad de Vera Cruz. En ella han hecho hincapié en la idea de actuar de manera correcta y diligente ante un caso de desmayo durante la cofradía o fuera de ella, porque según el doctor Caballero, “quedarse impasible y asustarse puede provocar una pérdida de tiempo innecesaria que puede desembocar en la muerte de la víctima”. Tras la clase teórica, en la plaza del Museo ante la atenta mirada de los viandantes, los alumnos han podido hacer prácticas con maniquíes y con desfibriladores semiautomáticos. Una labor encomiable la de ambos profesionales que junto con otros dos expertos en la materia, han enseñado a desenvolverse en las probables situaciones de angustia que sucederán dentro de veinte días.

Según datos del European Resuscitation Council, alrededor de 25.000 muertes súbitas se producen en España en un año, cifras muy superiores a las provocadas, por ejemplo, en accidentes de tráfico que rondan los 3.000 anualmente. “En casos de respuesta inmediata por parte de cualquier ciudadano ante una situación de parada cardiorrespiratoria, la víctima triplica sus posibilidades de sobrevivir”, aseguraba el doctor Caballero, y “aumenta un 10% el riesgo de fracaso por cada minuto perdido”.

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