La hermandad de La Hiniesta ha solicitado de urgencia al Consejo de Cofradías un cambio en el itinerario aprobado en el pasado Cabildo de Toma de Horas, puesto que la prueba realizada en la noche del martes al palio por la calle Lira resultó negativa y las alternativas para mantener la calle Hiniesta y los callejones que conducen a San Julián se consideran inviables.

Con el palio montado, salvo candelabros de cola y maniguetas, La Hiniesta procedió a comprobar el recorrido que había solicitado al Consejo, aprobado el pasado domingo, resultaba viable. Al girar desde la calle Hiniesta hacia Lira, encontrándose la circunstancia de que las perillas del palio no podían atravesar un tramo de calle al golpear con un jabalcón, estructura de hierro que adornan un balcón, recientemente remodelado por una obra en un edificio.

Ante tal contrariedad, La Hiniesta no pudo probar la alternativa de recorrer por completo la calle Hiniesta puesto que, aunque se avisó al Cecop de la prueba con 20 días de antelación, había seis coches aparcados que impedían comprobar que el palio cabía. Además, los capataces se mostraron contrarios a aceptar esta opción sin probarla puesto que la falta de los candelabros de cola y de las maniguetas les hacía dudar del margen disponible para girar. Además, la hermandad considera que el recorrido que se realzaba anteriormente desde Santa Paula a Pasaje Mallol no es viable porque el palio nuevo ya no cabe por la estrechez de Santa Paula.

Ante esta panorama, y según explicó a este diario Manuel Ojeda, diputado mayor de gobierno de la hermandad, La Hiniesta ha pedido de urgencia al Consejo modificar su itinerario de vuelta y recorrer la calle San Luis desde San Marcos hasta Padre Majón, y de ahí pasar a Bordador Rodríguez Ojeda para salir por Duque Cornejo hasta las puertas de la iglesia de San Julián.

Sin embargo, el jefe de la obra por la cual el palio no podrá pasar por la calle Lira asegura que nadie de la hermandad le ha avisado de esta circunstancia para poder adecuar la estructura del mencionado balcón al paso de la cofradía. Incluso, se muestra dispuesto a reconfigurar dicha estructura a tiempo para permitir que el palio atraviese esa calle, mostrando su sorpresa por el hecho de que nadie se lo haya solicitado.