Atletismo

Todos para uno y uno para todos

  • Reina logra en la Cartuja la mínima A para el Mundial coreano y cuela en la expedición a Marco

Estaba para ellos. Apuraron tanto que era ahora o nunca. El botín merecía el esfuerzo, un control preparado ex profeso en el complejo de la Cartuja, que dio todas las facilidades para montar el dispositivo necesario, con jueces y cronometradores, para que Antonio Reina y Luis Alberto Marco, ursaonense y nazareno, atraparan la mínima A de 800 para el Mundial de Daegu. Kevin López, compañero de fatigas de Marco, se prestó a hacer de liebre al haber pasado con nota el curso. El loreño sí tenía la marca A, pero sus compañeros sólo habían logrado la B y únicamente uno entre los dos acompañaría a López a Corea del Sur, salvo que dos atletas bajaran de 1.45,50, permitiendo a un tercero también acudir a la cita asitática.

A las 21:11 fue la hora del pistoletazo de salida, en el ocaso del día, con una cincuentena de aficionados, sobre todo familiares, animando en la grada.

Todo había sido estudiado. Kevin López, amigo sacrificado, saldría como un meteoro y lanzaría la carrera durante 600 metros, vuelta y media. Hizo su función a la perfección. Iba incrustado en el terceto otro ochocentista del grupo de Paco Gil, el cubano Maury Surel Castillo, posteriormente protagonista principal de esta historia, premio al trabajo colectivo.

Al paso del 400, el veloz Kevin pasó por la meta en 51,68. No había marcadores ni paneles. La información llegaba de viva voz de los operarios desplazados al recinto cartujano.

Iba tan rápido el loreño que a Marco le costó seguir su estela, abriéndose incluso un hueco. Se puso primero a los 600 el mediofondista de Montequinto, pero Reina, plusmarquista nacional de raza, pasó como un cohete junto a Castillo, que finalmente se llevó el control con un gran 1.45,11.

Reina entró después y le siguió Marco. Expectación, nervios, dudas y explosión de alegría cuando se cantó el 1.45,38 del veterano de Osuna; Marco, a poco más de medio segundo (1.45,95). Abrazos entre hermanos sevillanos, todos de pueblo, todos amigos, todos para uno con el cubano Castillo de fiel escudero.

Reina, hombre puro y llano, admitió al final que "no tenía ninguna gana de correr tras del Campeonato de España y se lo había comentado a mis compañeros antes de competir aquí. No estaba motivado. Las carreras son así, sin presión nos ha salido. Le tengo que dar las gracias a Kevin por tirar hasta el 600 y también a Mauri por su gran trabajo en los últimos 200. Es un éxito para el atletismo sevillano y andaluz". "Esta noche vamos a dormir bien", le soltó el búfalo de Osuna al aún joven Marco.

El chaval de Montequinto reconoció que "me habría gustado tener mejor crono, pero lo importante era el billete para el Mundial y lo hemos conseguido. En el 600, cuando Kevin se ha retirado, me han adelantado y me ha costado un poco, aunque estoy feliz".

De postre, otra buena noticia, la cordobesa Belén Recio hizo el récord español en una distancia poco habitual, los 300 metros, con 38,46. Un gran día.

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