Con calidad y oficio, a la final
Con calidad, oficio y la disciplina de un bloque bien construido, el Sevilla juvenil se clasificó ayer para disputar la final de la Copa de Campeones. El conjunto de Agustín López logró un resultado corto que no reflejó su tremenda superioridad frente a Las Palmas, que sorprendió en el partido inaugural venciendo al Barcelona (2-0). El Sevilla se mostró mucho más entero que ante el Athletic, dominó todas las facetas del juego y desperdició varias ocasiones para no haber sufrido incertidumbre alguna.
Los blancos defenderán su título de campeón mañana (16:00) en Balaídos frente al Celta, anfitrión y favorito tras golear a Real Madrid y Villarreal.
La defensa del título llegará con la sensación de que el equipo ha madurado durante el torneo. La superioridad sevillista se puso de manifiesto pronto. Una pared entre Borja Lasso y Carlos Fernández propició el 1-0, de precisa vaselina con la zurda del delantero blanco. Igualó Las Palmas en uno de sus escasos acercamientos, pero un robo de Curro fue concluido por Pavón a pase de Carlos Fernández. El Sevilla, serio y vertical, no sufrió y tuvo nítidas ocasiones para ampliar el marcador en las botas de Curro, al que le fue anulado un gol, Mato, cuyo disparo dio en el portero y el poste, Carlos Fernández, tras gran pase de Borja, y Pavón, Carlos y Juanje en una triple ocasión que desbarató milagrosamente de nuevo el meta canario.
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