Los pecados de este Sevilla pueden taparse haciendo hincapié y recreándose en los errores arbitrales. Y hasta en el análisis del duelo ante el Valencia se podría -si se quisiera- levantar más la voz para denunciar los penaltis no pitados por Álvarez Izquierdo en el área de Diego Alves. Pero ello no puede tapar la falta de ideas y los bandazos tácticos de la dirección de un equipo que no encuentra la fórmula, y si la encuentra la vuelve a cambiar para volver a lo anterior.

Con el paréntesis de la visita del Barcelona, en el que Rakitic adelantó su posición a la mediapunta (como en los partidos fuera de casa), Emery ha pasado en dos encuentros en Nervión de darle todo el mando al suizo-croata para que sacase el balón prácticamente al lado de Beto (ante el Levante) a que, como ayer, esperase el balón arriba. Pero el técnico vasco, viendo que el plan no surtía efecto alguno, se decidió a volver al antiguo plan (o sea, Rakitic de organizador desde atrás) ya cuando el Valencia se quedó con diez, desnudándose entonces un equipo sin ideas en ataque estático y en el que empieza a desquiciarse su estrella con tanto vaivén.

Defensa

Extrañamente, con dos pivotes en teoría defensivos como Iborra y Carriço, Pareja protagonizó en la primera parte numerosas salidas de zona para acudir al centro del campo y errar casi siempre, ya fuera en el control, en la medida de los tiempos o en la marca. La suerte que el Sevilla tuvo en esa fase fue que en esos desequilibrios generados por el argentino y los espacios creados a raíz de sus salidas el Valencia no encontró a jugadores capaces de hacer daño al tener Alcácer muy poca ayuda. Los costados aguantaron el tipo en defensa y los problemas le llegaban al once de Emery por el centro, donde el triángulo Iborra-Carriço-Rakitic era incapaz de mantener el balón.

Ataque

Rakitic, como humano que es, tuvo un mal día, y no sólo por errar el penalti. Desde el primer minuto falló controles, pases, equivocó los tiempos para aguantar, picar carrera o tirar a puerta... Su mala primera mitad lastró el juego de ataque de un Sevilla que no se siente cómodo teniendo la responsabilidad de generar juego con el capitán tan lejos de donde se cuece de verdad el fútbol. Ahí, Carriço e Iborra, sin hacer un mal partido, se liaban con el balón, no superaban la línea y cuando lo hacían ni Vitolo ni Reyes (tampoco Rakitic como ha quedado dicho) eran capaces de mantener el balón o ver los huecos.

La respuesta de Emery tras la expulsión de Costa fue dar un paso atrás para luego dar dos hacia delante. Rakitic buscó más la salida del balón pero el equipo entró en estado de esquizofrenia. Los automatismos a los que el técnico aludió alguna vez no aparecieron nunca y el único recurso para el Sevilla eran balones a Alberto Moreno para que desbordara con su arrancada o pelotazos de Rakitic muy acostado a la izquierda buscando infructuosa y machaconamente la llegada de Coke o Cheryshev en la banda contraria.

Virtudes

¿Dejar la portería a cero?

Talón de Aquiles

Alarmante falta de ideas que parte de no tener un plan claro.

Uno por uno

Beto Dejó la portería a cero esta vez y no tuvo errores.

Coke Una tarjeta inocente que lo lastró. Arriba no ayudó como en otras ocasiones.

Fazio De los pocos a los que se vio con las ideas claras.

Pareja Un desastre en esas salidas de su zona que creaban desequilibrio. Fue el sacrificado.

Alberto Moreno Su potencia acabó siendo casi el único recurso ofensivo. 

Carriço Mejor en defensa que como medio centro. Su problema en casa es el ritmo. 

Iborra Demasiado hace. Si encima circulara el balón como el Schuster de sus buenos tiempos no estaría en el Sevilla.

Reyes Perdido y sin ganas. Un par de balones al hueco no basta.

Rakitic Tiene derecho a tener un mal día. Impreciso y a disgusto de mediapunta, cuando se retrasó abusó del balón largo.

Vitolo No encontró los espacios que tanto le gustan. Su regate pierde en estático.  

Bacca Mordió pero no encontró su balón. Se perdió en batallas con Diego Alves.

Cheryshev No le coge el aire ni al equipo ni a la categoría. Hizo muy pocas cosas bien.

Gameiro Otro que sin espacios...

Cristóforo ¿Por qué salió?

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