Dani Ceballos, sine díe

El Betis no tiene una fecha prevista para anunciar la renovación del utrerano por tener éste contrato con dos agentes. El club, el jugador y Bahía se exponen a ser sancionados por la FEF.

Dani Ceballos realiza un ejercicio ante la mirada de Kadir, Molinero, N'Diaye, Piccini y Rennella.
Dani Ceballos realiza un ejercicio ante la mirada de Kadir, Molinero, N'Diaye, Piccini y Rennella.
Javier Mérida, Sevilla

04 de junio 2015 - 05:02

No le está resultando fácil al Betis anunciar la renovación del contrato de Dani Ceballos. Aunque se había especulado con que la principal traba podría radicar en que el contrato sólo era efectivo con el equipo en Primera División, tal condición se cumplió hace ya más de una semana y la situación no ha variado e incluso el presidente de la entidad, Juan Carlos Ollero, ha dejado de ser interrogado en sus últimas comparecencias por ello.

Dani Ceballos cerró su acuerdo de renovación con el Betis en la tarde del pasado jueves de Feria, 23 de abril, es decir, hace más de cuarenta días, pero el anuncio oficial por parte del club sigue enquistado debido a que la operación no se ha rematado con el representante legal del jugador, Álvaro Torres, quien firmó un contrato con el futbolista en septiembre de 2013 que vence en el mismo mes de este año. El motivo es que, en mitad de las negociaciones, el jugador decidió, sin la aprobación de éste, quien se enteró por terceros, que sus asuntos los llevara la empresa Bahía Internacional.

Torres, incluso, había mantenido el pasado invierno un par de reuniones con Alexis Trujillo, a la sazón director deportivo del Betis, y con los principales consejeros de la entidad, Manuel Domínguez Platas y Fernando Casas, encaminadas a la renovación de la joven perla de Heliópolis. Sin embargo, la familia del mediocampista, con mucha ascendencia sobre éste, sobre todo debido a su edad (18 años aún), rechazó hasta dos propuestas al considerarlas insuficientes.

Ocurrió en esas fechas el relevo en el consejo, con la llegada de Juan Carlos Ollero a la presidencia, y, luego, la de Pepe Mel al banquillo. Al madrileño lo representa Bahía, pero ya incluso antes de su fichaje se había mudado de agencia Dani Ceballos. Eso sí, a posteriori, el papel del entrenador por su amistad con Margarita Garay, directora general de la empresa y la mujer que lleva directamente sus asuntos, fue vital para alcanzar el acuerdo de renovación.

Empero, la Federación Española de Fútbol castiga severamente la duplicidad de representantes, medidas que ha recrudecido desde la aprobación el 1 de abril de 2015 de su nuevo Reglamento de Intermediarios de la RFEF, que prevé duras sanciones para los clubes, futbolistas y representantes e intermediarios que lo incumplan de algún modo. De ello dan una idea la existencia de un código deontológico o el que hable continuamente de la "reputación intachable" de todas las partes firmantes en los contratos.

En él se detallan, entre diversas normas, la obligación de los clubes de actuar con diligencia y cerciorarse de la vinculación contractual de los representantes con los que negocia, así como de éstos de no negociar ni firmar a futbolistas con contrato con otros. La FEF, además, debe recibir copia de todos los contratos vinculantes entre las partes de cuanto se firme. Y, lógicamente, prevé duras sanciones para quien incumpla la normativa deliberadamente.

Así las cosas, en este caso, al Betis y a Bahía no les cabría otra salida que pactar una indemnización o llegar a cualquier tipo de acuerdo con Torres, ya que éste podría denunciar la situación incluso de anunciarse la renovación de Dani Ceballos en septiembre, con posterioridad al día en que finaliza la vinculación del jugador con él. Le bastaría con probar que se ha negociado con anterioridad, algo evidente y notorio por las declaraciones, principalmente, del propio Ollero, que las ha reconocido abiertamente. Nunca habló de Bahía, pero con Torres no negoció.

stats