Un Sánchez-Pizjuán de Champions
El club adelanta que la fachada de su estadio se va a modernizar y en estudio está el proyecto de cubrir todo el estadio. Sólo se salvará el mosaico de preferencia.
Las modificaciones que se están realizando en el Ramón Sánchez-Pizjuán desde el comienzo de este verano no se van a quedar sólo en la renovación de los asientos y el añadido de distintos eslóganes en las gradas. Según ha adelantado el presidente sevillista, José Castro, el exterior del estadio se va a modernizar "como guinda del pastel", para que adquiera un aspecto acorde con el siglo XXI.
Castro ha señalado que "un equipo campeón tiene que tener un estadio digno de su condición", aunque principalmente estas mejoras en el interior y exterior del estadio se están realizando para los "abonados, para que se sientan orgullosos del nuevo Pizjuán".
Algunos resultados son ya visibles, como el repintado de los asientos, la reforma del vestuario local, nuevos banquillos, una zona para discapacitados o el pintado de las galerías interiores, entre otros. Pero aún quedan muchas más obras que irán concluyendo a lo largo de la presente temporada. Una de ellas será la instalación de un nuevo videomarcador, el doble de grande del que está en la actualidad, y que llegará a Nervión a finales de septiembre.
Otra de las importantes mejoras será en el acceso, para ello se instalarán nuevas puertas y nuevos tornos para evitar las grandes aglomeraciones y las largas esperas para entrar al campo.
Dentro del campo, las antiguas y oxidadas rejas que delimitan las zonas del campo se sustituirán por vidrieras, para darle un aspecto moderno al campo. Se añadirán más servicios y un ascensor por cada zona del estadio.
Por fuera, la fachada del recinto se alterará casi en su totalidad, quedando intacto sólo el mosaico de preferencia. Tal y como se puede ver en el vídeo de presentación, el Sevilla va a darle a su feudo más colorido, con atractivas imágenes de sus jugadores más legendarios, con un especial homenaje a Puerta y un recorrido a los títulos obtenidos por el club a lo largo de su historia. Asimismo, destaca la iluminación que se le va a aplicar al conjunto, mucho más moderna y llamativa.
Por último, el Sevilla está estudiando la manera de sustituir la actual visera que cubre preferencia para instalar una cubierta en todo el campo. Esta obra no llegaría antes de la próxima campaña.
El estadio Ramón Sánchez-Pizjúan se terminó de construir en 1958 y no fue hasta 30 años después cuando se realizaron algunas obras de mejora. Años sucesivos se han ido haciendo labores de mantenimiento. "Esto es una reforma integral" ha sentenciado José Castro.
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