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Cultura

Sudáfrica da una nueva voz a 'Porgy and Bess' de Gershwin

  • El Teatro Real de Madrid programa una nueva versión ambientada en Soweto en los 70

De Carolina del Sur a Sudáfrica; del puerto de Charleston al gueto de Soweto y de los años 30 a los 70, pero, a pesar de los cambios, la producción que estrena el Real el día 10 de Porgy and Bess sigue siendo "puro Gershwin", una obra maestra que "pone a las almas y a los cuerpos a llorar y a cantar".

El director musical, Tom Murray, y la de escena, Christine Crouse, acompañados del director general del Real, Ignacio García-Belenguer, y de su intendente, Joan Matabosch, explicaron ayer en rueda de prensa algunas de las claves de esta obra, que el coliseo madrileño ya programó, con otra producción, en 1997.

Esta descripción pictórica del gueto y la vida social en Soweto en los años 70, a medias entre la ópera y el musical, el gospel y el jazz, está interpretada por el coro y los solistas de la Cape Town Opera, única compañía lírica de África con actividad regular.

"Cuando empezamos con esta producción -apuntó Crouse-, teníamos que importar a los solistas de Estados Unidos, pero hoy en día son todos de Sudáfrica", aunque de diferentes culturas y etnias. Crouse se inspiró en las fotografías de la vida del gueto de Soweto de profesionales como Jürgen Schadeberg, de la revista sudafricana Drum: "Sudáfrica en los setenta era el imperio de la mafia, y los delincuentes (tsotsis) emulaban en su forma de vestirse y moverse a las estrellas del cine negro", de James Cagney a Edward G. Robinson. Ella ha incorporado esa estética y la de los bares ilegales (shebeens), donde los trabajadores africanos buscaban distracción y se tramaban toda clase de negocios ilegales, así como la de la iglesia, fundamentalmente la sionista, que tiene su origen en la Iglesia Católica Apostólica Cristiana en Zion (Estados Unidos), fundada por misioneros americanos en África en 1904. Todo ello, asegura Crouse, está "penetrado" por el fuerte sentido de comunidad de la nación africana, "el sentimiento de que no puedes alejarte de tu identidad".

Gershwin (1898-1937) estableció la obligatoriedad de que esta partitura sólo podría interpretarse por un reparto y un coro de negros, en coherencia con lo que retrata el libro en el que se inspira, de DuBose Hayward.

La pobreza, el desarraigo y las diferencias de clase están muy presentes en los personajes de Porgy y de Bess, que interpretan, en un doble reparto, Xolela Sixaba y Lindile Kenneth Kula, y Nonhlanhla Yende y Philisa Sibeko, respectivamente.

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