Dos tironeros cometieron ayer un error cuando huían de la Guardia Civil con un botín de 5.000 euros. Habían pegado el tirón en Utrera y los perseguía un furgón de traslado de detenidos que se los encontró en la carretera A-376. Se salieron de la autovía a la altura de Montequinto y quisieron seguir la huida. Quizás por ser italianos, a ninguno de los dos se le ocurrió que se estaban metiendo en la boca del lobo. No sabían que el complejo de edificios que se levantaba a su derecha en la primera rotonda que se encontraron era la comandancia de la Guardia Civil.

Los hechos ocurrieron entre la una menos diez y la una y media de la tarde. El tirón ocurrió en la puerta de una sucursal del Banco Santander en la plaza del Altozano de Utrera. Los dos delincuentes se aproximaron a un cliente que acababa de salir del banco y le arrebataron una cartera de las que se utilizan como funda de tabletas electrónicas, que contenía 5.000 euros. Dentro de la sucursal había un agente de la Guardia Civil de Tráfico, al que le dio tiempo a salir y ver la matrícula de la moto. Además, pudo observar que era una matrícula italiana.

El agente dio el aviso, con la matrícula y la descripción de la moto, a la central de la Guardia Civil, que la pasó a todas las unidades de servicio. Minutos después, un furgón de traslado de detenidos -que iba sin presos- a Montequinto se encontró con la moto en la A-376. El conductor del furgón puso gálibo y sirenas y comenzó una persecución hasta Montequinto, donde la moto se salió de la autovía. Los motoristas continuaron en dirección al hipódromo, pero en vez de seguir hacia el frente decidieron girar a la derecha, justo donde está la entrada de la comandancia de la Guardia Civil.

Los agentes del furgón habían avisado instantes antes a sus compañeros y éstos, con los dos coches que tenían más a mano -uno del Seprona y otro de la Unidad de Seguridad Ciudadana (Useci)-, bloquearon la carretera y detuvieron a los dos delincuentes. El sargento de la central operativa, el COC, que iba coordinando la persecución, bajó también para ayudar en los arrestos.

Los detenidos son dos ciudadanos italianos identificados como  C. M., de 43 años y con antecedentes por robo con violencia, y B. P., de 51. El botín se recuperó íntegramene.