Un consejo para decidir el presente
El jueves habrá una nueva reunión para decidir si se convoca la junta prevista para el 20-A · Luis Oliver no cuenta con el respaldo de todo el consejo de administración
El Betis de Pepe Mel regresó ayer a tierras onubenses para llevar a cabo la segunda parte de la concentración, pero el presente del equipo verdiblanco no sólo pasa por el aspecto deportivo. Dentro del consejo se suceden los movimientos para clarificar la situación accionarial de la entidad, después de que el pasado viernes Luis Oliver y Ángel Vergara, su mano derecha, fueran nombrados miembros del consejo. El próximo jueves está prevista una nueva reunión en la que el principal punto del día versará sobre la Junta General Extraordinaria prevista para el próximo 20 de agosto, después de que Oliver diera marcha atrás a sus primeras palabras.
El navarro sigue actuando como hombre fuerte del club, pese a que necesite la firma del presidente, José León, para otorgarle validez a cualquier operación, como ocurrió la semana pasada con la cesión de Pavone a River Plate. Pese a todo, Oliver no cuenta con el respaldo de todos los consejeros, a los que no les sentó nada bien su llegada al club.
Además, la entrada de su gente de confianza tampoco ha sido bien recibida por todos los trabajadores, que incluso catalogan como intrusos a muchos de los que estos días se pasean por los pasillos de Heliópolis. "Nunca habíamos visto el antepalco de esa manera. Parecía una discoteca, de la cantidad de gente y cosas que había allí", llega a comentar un empleado del club, tras lo visto el pasado sábado en el antepalco antes del duelo ante el Atlético de Madrid. Dentro del consejo y pese a su nombramiento la semana pasada, Oliver tampoco cuenta con el respaldo del resto de consejeros. "Queremos un Betis que esté en manos de béticos", dijo en los últimos días Manuel Castaño, precisamente el consejero que más enconadamente se enfrentó a Oliver en el consejo de la pasada semana.
Y es que Castaño y Rufino González, que en épocas pasadas discutían sobre quién era el segundo máximo accionista, ahora sí mantienen posturas cercanas, ya que no comparten las ideas de Oliver. De todas formas, José León sí se postula como favorable a las ideas del empresario navarro e incluso intermedió para que éste pudiera convertirse en accionista de la entidad. Desde los grupos de la oposición también se vigilan de cerca los movimientos que viene realizando el grupo de Oliver, aunque prefieren mantenerse en un segundo plano, a la espera de los acontecimientos.
Nadie duda de que la Junta se celebrará el 20 de agosto, como se publicó en el Borme y en los medios de comunicación, e incluso se han lanzado mensajes con la idea de unificar la mayor parte de acciones posibles.
Oliver sigue a lo suyo. De la mano de Carlos Bucero, su mano derecha en el asunto deportivo tanto para las entradas como las salidas, el consejero continúa trabajando con la misma naturalidad con la que llegó al cargo. Oliver conoce de primera mano la intención de algunos consejeros de celebrar la junta del día 20, ya que así se manifestaron en la reunión de la pasada semana, pero se siente con poder para sacarla adelante.
Pero lo único que hasta ahora parece claro es que su figura no ha sido bien recibida en ninguno de los estamentos del club, empezando por los empleados, pasando por los antiguos consejeros y finalizando por la afición, que el pasado sábado ya llegó a increparle. Incluso los jugadores se mostraron contrariados con sus explicaciones la semana pasada en su visita al hotel, aunque finalmente decidieron otorgarle un margen de confianza.
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