La recuperación económica aún no se vislumbra en lo que se refiere a las estadísticas judiciales que están más ligadas a los efectos negativos de la recesión. En el primer semestre de este año, los pleitos para subastar viviendas por el impago de los créditos han subido un 7,16%, lo que representa que los bancos han iniciado procedimientos de ejecución de inmuebles hipotecados contra 838 personas que pueden perder sus viviendas.

En el mismo período del año pasado, habían sido 782 los propietarios de pisos que se habían visto en esta situación. Si se examinan los datos de los últimos cuatro años, las cifras no son nada halagüeñas. Desde 2007, los juicios para subastar viviendas en Sevilla ascienden a 5.519, de los cuales precisamente ese año sólo se registraron 500 procedimientos de ejecución de inmuebles hipotecados, una cifra que se duplicó en los años siguientes hasta alcanzar los 1.490 del año 2009, que es el tope de este tipo de demandas registrados en Sevilla. Así, en el año 2010 se contabilizó un número similar de casos -1.463-, y este año, si se proyectan los datos recogidos durante el primer semestre, todo indica que esta cifra volverá a incrementarse e incluso podría alcanzarse el máximo histórico de seguir la tendencia actual.

Otras estadísticas relacionadas con la crisis son las que reflejan el número de desahucios, que en la mayoría de los casos también se producen por el impago de las rentas. Hasta junio pasado, el número de desahucios registrados en los juzgados de Sevilla se situó en 703, lo que representa no obstante un leve descenso del 11,12% con respecto a los 791 desahucios que se produjeron en el primer semestre de 2010.

Otros parámetros de la actividad económica que tienen su reflejo en las estadísticas judiciales tampoco aportan, por el momento, datos esperanzadores. Así, el número de concursos de acreedores -las antiguas suspensiones de pagos y quiebras empresariales- registrados hasta junio pasado fue de 122, una cifra similar a los 114 que se contabilizaron en el primer semestre del año pasado. El número de concursos de acreedores registrados hasta ahora indica que cuando acabe el año se van a superar los aproximadamente 150 asuntos en los primeros años de la crisis, como 2008 y 2009.

Las estadísticas también reflejan un incremento del 23,24% en los denominados juicios verbales, en los que se dirimen cuestiones como el impago de rentas por arrendamiento y cuantía no excede de los 6.000 euros. En el primer semestre se han registrado 2.412 juicios verbales frente a los 1.957 del año pasado.

Otro de los indicadores principales de la crisis en su vinculación con los juzgados está en el número de procedimientos monitorios, que son aquellos en los que se reclaman deudas que no superan los 250.000 euros y sobre las que existe un soporte documental o factura -como los préstamos al consumo o las ventas a plazo-. Hasta junio, se han contabilizado 11.038 monitorios, lo que supone una leve caída del 4,84% sobre los 11.600 procedimientos de este tipo contabilizados en el mismo período de 2010.

Los juicios ordinarios, los que se plantean para exigir deudas superiores a los 6.000 euros, siguen reduciéndose. En el primer semestre han entrado 1.863 juicios ordinarios, un 29,43% menos que en 2010, cuando hubo 2.640 procesos de este tipo.

Las estadísticas judiciales también ponen de manifiesto un descenso en los denominados juicios cambiarios -aquellos que se promueven para cobrar una letra de cambio, un cheque o un pagaré-, que han caído un 33,11% en los primeros seis meses del año. Se ha pasado de los 1.069 registrados en el primer semestre de 2010 a 715 contabilizados hasta el pasado 30 de junio. La crisis y su repercusión en los juzgados, que han visto cómo se superaban ampliamente los módulos de trabajo que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) considera adecuados, ha llevado a los jueces de Sevilla a solicitar en reiteradas ocasiones un incremento del número de órganos judiciales, así como medidas de refuerzo coyunturales mientras persista la situación económica actual.