Salud

El balance más positivo de la donación

  • Pacientes sometidos a trasplantes relatan cómo recibieron esta segunda oportunidad. El Virgen del Rocío realizó 68 injertos hepáticos, 104 renales y 17 de corazón durante 2012.

Manuel Merino, Victoria de Toledo, José Antonio Rodríguez, Camen P. Ayala, supervivientes de enfermedades terminales, forman parte del mejor balance cosechado por los equipos de trasplantes en los hospitales públicos. Sus testimonios son sólo un ejemplo de una larga lista de enfermos que han recibido en los quirófanos una segunda oportunidad gracias a la donación de órganos.

Según los últimos datos facilitados por el SAS, el Hospital Virgen del Rocío ha registrado un aumento de la donación hasta alcanzar al 86% de las familias consultadas, lo que ha permitido un incremento en el trasplante de riñón e hígado. El total de trasplantes renales realizados durante 2012 fue de 104, de los que 83 procedieron de donante fallecido y otros 21 de donante vivo. Cinco trasplantes fueron a niños y sus donantes, un familiar (padres y tíos). El equipo de Trasplante Hepático, que dirige Miguel Ángel Gómez, realizó 68 trasplantes el año pasado, lo que lo sitúa como el tercer grupo nacional con mayor actividad, detrás de los hospitales La Fe de Valencia y el Clinic de Barcelona, según explica la Consejería de Salud. En Cirugía Cardiaca, servicio que dirige José Miguel Borrego, se practicaron 17 trasplantes a enfermos en fase terminal.

"Asimismo, 104 pacientes infantiles y adultos, con enfermedades hematológicas graves, se han curado gracias a un trasplante de progenitores hematopoyéticos (médula ósea o sangre de cordón umbilical). La unidad de Hematología, dirigida por Antonio Pérez, ha superado también por primera vez la cifra de 100 trasplantes", añade el SAS.

Los implantes de tejidos o de miembros tras una amputación, por otro lado, han mejorado la calidad de vida de los pacientes. En concreto, la Unidad de Oftalmología, coordinada por José Ramón del Trigo, ha efectuado 37 trasplantes de córneas, y la Unidad de Traumatología y Ortopedia, dirigida por Pedro Cano, más de 150 implantes osteotendinosos. La Unidad de Cirugía Plástica y Quemados, con Tomás Gómez al frente y en colaboración con los traumatólogos, ha realizado 11 implantes en pacientes que habían sufrido amputaciones traumáticas.

"Desde el primer minuto pienso en mi donante"

"Eran las diez o las diez y media de la noche cuando recibí la llamada, el doctor me dijo que había donante. Tuve que sentarme. En ese momento había en un hospital de España una familia que lloraba a un ser querido". Manuel Merino, sevillano de 43 años, recuerda al detalle el momento en que recibió una segunda oportunidad. Hace cuatro meses, el 22 de septiembre, este hombre se sometió a un trasplante de corazón, la única alternativa que le quedaba para sobrevivir a un grave problema. "Me lo detectaron en verano de 2009; al principio me dijeron que eran gases", recuerda. Tras un año muy estresante como director para la organización de grandes eventos en Fibes, trabajo que le encanta, a Manuel le diagnosticaron una enfermedad grave de corazón. Tras recuperarse durante unos años, finalmente entró en lista de espera. "No sé cómo devolver lo que me han dado", dice tras el trasplante.

"Mi hermana me ha dado la vida, me lo ha dado todo"

"Mi hermana me ha devuelto la vida, me lo ha dado todo", explica con palabras llenas de sentimiento Victoria Toledo, una joven de 35 años que recibió hace tres meses el riñón de su hermana, Salvadora, que tiene 45 años y dos hijos. Tras años sometida a diálisis y tras un primer trasplante a los 14 años, esta sevillana se encontraba en una situación límite. Tras realizarse las pruebas dos de sus hermanas, Salvadora, que vive en Huesca, mostró una compatibilidad idónea. "Mi marido no es compatible y lo intentamos en la donación cruzada", recuerda. "Mi hermana me ha devuelto las ganas de vivir, antes siempre estaba cansada", comenta Victoria. "Ahora puedo llevar a mi hijo al parque", añade. Desde Huesca donde las dos hermanas comparten unos días, Salvadora quiso ayer "concienciar a otros familiares de enfermos".

"Los médicos dijeron que sólo me quedaban días"

Al otro lado del teléfono, José Antonio Rodríguez Lechón muestra su plena disposición para contribuir por la donación y los trasplantes. "Gracias a los cirujanos y a los donantes estoy aquí", comenta. Sevillano de 44 años, Antonio Rodríguez Lechón recibió una de las peores noticias de su vida en 2010. Tras unos análisis rutinarios de sangre le detectaron un grave problema en el hígado, en fase terminal. "El mundo se me vino encima", recuerda. Nunca olvidará una fecha, el 26 de octubre, día que ingresó en el Hospital Virgen del Rocío con un estado de salud muy deteriorado. "Los médicos dijeron a mi mujer que sólo me quedaban unos días si no llegaba donante". Costalero de San Benito durante años, el hilo de esperanza le llegó y recibió el órgano que ansiaba para vivir y disfrutar de su familia.

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