Empresas municipales

Tussam y Lipasam costarán a los sevillanos 150 millones en 2014

  • De cada euro que ingresa la empresa de transporte, 0,63 se destinan a cubrir gastos de personal Las dos entidades recibirán más dinero público el próximo año

Las dos principales empresas municipales recibirán más dinero en 2014 que en el año en curso y gastarán más en el capítulo de personal. Tussam y Lipasam están lejos aún de marcar una tendencia en la que vayan perdiendo dependencia de las transferencias municipales, que son las partidas que cada año inyecta el Ayuntamiento en las cuentas de estas dos entidades para garantizar los servicios de transporte y limpieza que prestan a la población. Tussam sale mejor parada que Lipasam de un análisis sobre el grado de sostenibilidad económica. A favor de Tussam cuenta que genera sus propios ingresos mediante la venta de los títulos de viaje, mientras que Lipasam depende íntegramente de las subvenciones del Ayuntamiento. En cualquier caso, los números revelan las razones por las que Tussam y Lipasam siguen siendo un lastre de todos los gobiernos a la hora de confeccionar los presupuestos del Ayuntamiento. La incapacidad para generar beneficios y las continuas pérdidas que generan (que han de ser compensadas mediante transferencias de dinero público) convierten una vez a ambas sociedades en el agujero negro por el que se va una tajada importante del dinero que maneja el Ayuntamiento: nada menos que 150 millones de euros en 2014.

Los presupuestos aprobados el viernes por el Pleno ponen de nuevo en jaque la sostenibilidad económica de las dos principales sociedades municipales. Los números hablan por sí solos en ambos casos. Ambas entidades sobreviven por el continuo bombeo de transferencias directas e indirectas y también por subvenciones varias. La empresa municipal de transporte, según las previsiones del próximo año, tendrá un coste para las arcas municipales de 60,5 millones de euros, que se reparten en los siguientes conceptos: transferencias del Ayuntamiento para subvencionar los bonobuses para la Tercera Edad, desempleados y jóvenes (11,3 millones), transferencia para financiación de la explotación (44,9 millones) y subvenciones de capital transferidas al resultado del ejercicio (4,3 millones).

Si se hace un análisis en términos de sostenibilidad, cabe destacar que ni siquiera la venta de títulos de viaje generan el 50% de los ingresos de explotación, pese a que la empresa computa como ingresos por venta de títulos los 11,3 millones que desembolsa el propio Ayuntamiento para subvencionar los billetes dedicados a los colectivos especiales referidos. Los tres grandes ingresos de Tussam para 2014 son: venta de títulos (48, 6 millones), publicidad (5,3 millones) y la citada transferencia de financiación de la explotación (44,9 millones). A pesar de estas tres grandes fuentes de ingresos, Tussam sigue dando pérdidas, por lo que está previsto un año más la denominada subvención de capital al resultado del ejercicio, que en 2014 se calcula en 4,3 millones, mayor que la que ha sido necesaria en 2013, que ha ascendido a 3,8 millones. Esta subvención, según expertos consultados por este periódico, está proyectada para que una entidad pública (en este caso el Ayuntamiento) pueda financiar la realización de actividades de interés público general.

Si no se tuviera en cuenta la transferencia de financiación de la explotación, el resultado de la empresa en este apartado en 2014 sería un negativo de 47 millones de euros, un balance inasumible por cualquier empresa privada. Tussam contempla para el próximo año unos gastos de explotación de 101 millones (en 2013 han sido de 98,8), de los que 18,9 serán por aprovisionamientos necesarios para el ejercicio de la actividad (compras); 62,5 millones para gastos de personal (en 2013 han sido de 59,3); 10,8 millones para amortizaciones y 8,6 millones para otros gastos relacionados con la explotación.

El capítulo de personal de Tussam revela que de cada euro que ingresa Tussam, 0,63 céntimos se dedican a cubrir el pago de los salarios de la plantilla. Es decir, los gastos de personal consumen el 63% de los ingresos de explotación. Una situación parecida ocurre con Lipasam, donde de cada euro que se ingresa, 0,70 céntimos se dedican a cubrir gastos de personal.

En otro orden de cosas, Tussam tiene previsto transportar en 2014 un total de 72.450.000 viajeros, que pagarán los mismos precios que este 2013, puesto que el gobierno local ha apostado por no subir las tarifas el próximo año. Las cifras globales revelan que de cada título que se vende, el Ayuntamiento subvenciona 0,68 euros por viajero, mientras que otros 0,68 euros se cubren con la venta directa de títulos. La diferencia es mayor si se computan los 11,3 millones que el Ayuntamiento destina a subvencionar los títulos de viaje de colectivos especiales. En este caso el coste de cada viajero ascendería a 0,99 euros.

En el caso de Lipasam, la otra gran empresa municipal, la diferencia entre los ingresos y el coste de la explotación se dispara mucho más. Lipasam no cubre ni el 5% del coste de explotación con sus ingresos propios. Es un ejemplo de dependencia máxima de las transferencias municipales. En 2014 recibirá 87,1 millones de euros del Ayuntamiento y sólo generará ingresos propios por valor de cerca de 4,5 millones de euros, de los que un millón provienen de la limpieza de los parques y jardines, que se computa aparte. La transferencia que recibirá del Ayuntamiento será mayor que la de 2013, cuando quedó fijada en 86,8 millones. Al igual que ocurre en Tussam, si no se tuviera en cuenta la transferencia de financiación, el resultado de la explotación sería también negativo. En cuanto a los costes de personal, en Lipasam suponen el 70% del presupuesto. Se da la circunstancia de que los gastos de personal aumentan en las dos sociedades. Pasan de 59,3 a 62,5 millones en Tussam y de 62 a 63,6 millones en Lipasam.

Respecto a los gastos corrientes de la empresa de limpieza, se disparan un 32% como consecuencia del pago de tributos, según se explica en la memoria oficial. En lo que sí ha mejorado Lipasam es en la bajada de los gastos financieros por una mejor gestión de la tesorería. Pero el resultado que se espera de la actividad ordinaria es mucho peor que en 2013.

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