Sevilla

El Ayuntamiento pone fin a las cinco atracciones con ponis en la Feria

  • El gobierno de Espadas toma la medida para garantizar el bienestar de los animales y ofrece a los empresarios otra actividad.

El Ayuntamiento de Sevilla, a través de la Delegación de Seguridad, Movilidad y Fiestas Mayores, ha aprobado anular los carruseles de ponis en la Feria de Abril de 2016 y ofrece a los empresarios de las cinco atracciones de ponis que venían desarrollando esta actividad hasta la Feria de Abril de 2015 la posibilidad de cambiar a otra atracción incluida en el pliego de condiciones para las zonas de atracciones infantiles.

El equipo del socialista Juan Espadas aprobó la medida por la vía de urgencia en la junta de gobierno de la semana pasada sobre la base de informes de veterinarios expertos en los que se concluye que "las prácticas a las que se ven sometidos los ponis en estos carruseles les produce, a pesar de no existir aparentemente violencia física, maltrato emocional que provoca daños y angustia injustificada".

Teniendo en cuenta la ley 11/2003 de Protección de los Animales (art.4) y la ordenanza municipal de Tenencia de Animales (art.7), un informe elaborado por los técnicos municipales recomienda no autorizar los carruseles de ponis porque "no puede considerarse esta actividad compatible con la normativa sobre bienestar animal".

El Consistorio explica en una nota que en la Feria de 2015 se recibió una denuncia contra el Ayuntamiento por no garantizar el bienestar animal en las atracciones de ponis, pero finalmente fue archivada.

Con estos antecedentes, el Laboratorio Municipal emitió un informe elaborado por los técnicos veterinarios del Negociado de Zoonosis del Centro Zoosanitario del Laboratorio Municipal sobre las atracciones de ponis que alega los siguientes argumentos sobre la situación de estos animales.

En primer lugar, los veterinarios municipales aseguran que podría haber maltrato animal en esta actividad por la repetición durante mucho tiempo del recorrido circular, ya que se calcula que pueden llegar a dar entre 2.000 y 3.000 vueltas al día, así como patologías vertebrales por las sujeciones y peso de las sillas de montar.

En segundo lugar, citan que las condiciones higiénico-sanitarias se pueden considerar deficientes por realizar los animales sus necesidades fisiológicas sobre un suelo de madera. Tercero, que estos animales están sometidos a fuertes estímulos acústicos y luminosos.

Respecto a los usuarios, el informe hace constar que los animales hacen sus necesidades fisiológicas sobre el suelo mientras los niños están montados sobre ellos. Añaden que las sillas de montar no incluyen sistemas de seguridad para los niños. Y, por último, que el uso de estos animales ofrece una faceta "antieducativa de estas atracciones para los niños, ya que les transmite que está permitido divertirse a costa del sufrimiento de seres vivos".

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