Conviviendo con la miseria

"Desde las siete de la mañana hasta la madrugada estamos conviviendo con indigentes que traen aquí el botellón, la droga, la suciedad y, además, realizan escenas sexuales de todo tipo ". A todas estas situaciones se tienen que enfrentar cada día los vecinos que viven en los alrededores de la iglesia de San Hermenegildo (junto a la Ronda de Capuchinos), cansados, desde hace cuatro años, de denunciar esta realidad en el Ayuntamiento de Sevilla sin que hayan recibido todavía respuesta alguna por parte del gobierno municipal.

El portavoz del PP en el Consistorio hispalense, Juan Ignacio Zoido, acudió ayer a la zona para conocer de primera mano la situación. Decenas de vecinos se reunieron con él, advirtiéndole que al conocer desde la noche anterior que el edil visitaría el barrio, la Policía Local, Lipasam y el Cecop acudieron a las tres de la madrugada para limpiar las calles y retirar a las personas sin techo. "La Policía los ha cogido a todos, se los han llevado detenidos y han tirado las litronas a los contenedores", afirmó Alfredo Guzmán, un vecino que aseguraba ayer sentirse indignado porque haya mendigos todos los días del año, "aunque me cabrea más que se los lleven justo cuando viene alguien del PP", dijo.

Los residentes de la zona protestaron por las muchas molestias que tienen que soportar. Muchos de ellos explicaron ayer que las personas que viven en la calle actúan también como gorrillas, acosando a quienes se niegan a pagarles. "Hacen sus necesidades entre los coches, se masturban en medio de la calle y se meten sobre todo con las niñas jóvenes", indicó la vecina Josefina Iglesias, quien manifestó que muchos no se van porque argumentan que "son pájaros libres".

Zoido calificó la situación como vergonzosa y lamentable, y prometió que le exigirá al gobierno municipal que actúe y aplique la ley antivandálica. "Si para que vengan a limpiar o para que se lleven a estas personas tengo que anunciar mi visita zona del centro de Sevilla, frecuentemente lo haré", expresó.

"Estas personas no pueden estar aquí consumiendo alcohol, pinchándose droga y haciendo sus necesidades, por lo que le pido al gobierno que el Cecop social recoja a esta gente y la atienda debidamente", declaró Zoido, quien añadió que el centro médico, los bares y cafeterías y los comercios de la zona se ven afectados por la presencia de este problema en las calles.

El presidente de la asociación de vecinos y comerciantes del Pumarejo, Ángel Hueso, reconoció que el barrio es un foco de atracción para estas personas porque en él está el convento de Santa Isabel, "en el que las monjas le dan bocadillos a los mendigos". Hueso pidió, al igual que Zoido y los demás vecinos, que el gobierno local se implique en estos problemas sociales.