El factor sorpresa ya no cabe con el Girona

Después del subidón anímico que por Nervión produjo el miércoles copero, reaparece en el mismo sitio la Liga. La Liga con su cruda realidad y su paralelo discurrir, o sea sin tocarse, con la fugacidad de la Copa, tan fugaz y tan propicia al subidón de adrenalina. La Liga con el recuerdo infamante del pasado sábado en un campo de polvareda y con la cuarta manita del curso haciendo un estrago paliado en el torneo del K.O.

Otra vez por Nervión un equipo sin pasado y con un presente rutilante, el Girona. Está el club catalán viviendo los mejores días de su historia. Convertido en una de las revelaciones de la temporada, la tropa gerundense sólo está dos puntos por debajo del Sevilla. Así como en presupuesto, el Sevilla anda a una distancia sideral, la tabla es elocuente y dice que sólo son dos los puntos que les separa. Lo que quiere decir que la cita de este mediodía viene con química en la barriga.

El partido vuelve a tener horario más apropiado para los chinos, si es que hay algún chino interesado en un Sevilla-Girona. Pero es un detalle colateral que no tiene por qué incidir en los acontecimientos que discurran por la pradera del Sánchez Pizjuán. Sí puede tener influencia para los intereses cercanos la ausencia de Banega, que en este año de su retorno ha ido observando una trayectoria tan ascendente que hasta le ha convertido en la pieza más fundamental.

Pero yendo al meollo de la cosa, no puede dudarse de que el equipo que adiestra Pablo Machín va a salir a escena como en él es habitual, con el cuchillo en la boca a la espera de un golpe de gracia arriba. No puede hablarse de partido trampa porque aquí nos conocemos todos y no cabe sorprenderse por nada. Así es que creo que lo aguarda un Sevilla que debe aparcar la euforia del miércoles para afrontar con solvencia y autoridad esta nueva cita en horario para chinos.