Meteorología

Lluvia de barro y cielo plomizo

  • El curioso fenómeno meteorológico aparece por la combinación de precipitaciones con polvo en suspensión procedente del Sahara.

Lluvia de barro y cielo plomizo. La ciudad amaneció este jueves con un curioso fenómeno meteorológico que aparece por la combinación de precipitaciones con polvo en suspensión procedente del Sahara. El mobiliario urbano, los vehículos, los balcones de los edificios y la ropa y los paraguas de los viandantes se ensuciaron de lodo.

El origen de este polvo mineral y no antropogénico (ya que su origen no está en la mano del hombre) se localiza en el desplazamiento de una nube que cuenta con una densidad significativa desde el Sahara hacia el norte como consecuencia de un área de bajas presiones al oeste de Marruecos. El delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Andalucía, Ceuta y Melilla, Luis Fernando López Cotín, explicó que con la llegada de un marco de inestabilidad meteorológica y lluvias, las mismas lavan y arrastran el polvo, exponiendo que por esta misma razón no se prevé que la situación vaya a repetirse en días posteriores, máxime cuando la probabilidad de precipitaciones en la ciudad disminuye desde hoy rápidamente.

El polvo lleva días en suspensión, si bien la falta de lluvias ha causado que el mismo no sea tan evidente, "más allá de la imagen de un sol algo más traslúcido y cielos más amarillentos de la cuenta". El delegado de la Aemet en Andalucía argumentó que este fenómeno no está relacionado con las boinas que ocasionalmente rodean la atmósfera de núcleos urbanos, ya que la causa primigenia de esas situaciones es la contaminación, mientras que en la actual tesitura "el hombre no interviene".

Este fenómeno no está necesariamente relacionado con el verano y puede darse en todas las estaciones del año, aunque casi nunca en invierno, confirma Luz Cepeda. Aparte de las precipitaciones y el polvo en suspensión, un tercer factor que da lugar a la lluvia de barro se encuentra en el desierto africano. Un prolongado periodo de sequía provoca una mayor presencia de polvo en suspensión, que es el que el viento arrastra hacia España.

Además de ensombrecer la luz solar, la presencia de este polvo en la atmósfera (llamado calima) puede provocar puntuales problemas respiratorios en muchos de los habitantes de zonas que suelen vivir esta situación. Los principales están relacionados con problemas respiratorios e irritación de las mucosas: obstrucción nasal, picor en los ojos y tos. Algunos de los consejos a seguir son mantener las ventanas cerradas, usar mascarillas si hay que salir al exterior y si es demasiado densa, evitar el ejercicio al aire libre e ingerir abundantes líquidos, en especial niños y ancianos, para evitar la deshidratación.

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