Ya no se atiende ni en la segunda planta

tribuna de opinión

El autor, profesor universitario, denuncia la situación por la que atraviesa la Hemeroteca Municipal, cuyos servicios están clausurados la segunda quincena de agosto por falta de personal

Ya no se atiende ni en la segunda planta
Ya no se atiende ni en la segunda planta
Alfredo J. Martínez González - Profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla

15 de agosto 2017 - 07:21

Acomienzos de año los lectores de este diario se toparon con una pésima noticia publicada el 12 de enero y titulada elocuentemente "Le atendemos en la segunda planta", que no hacía referencia a un anuncio de grandes almacenes, sino a una situación surrealista. En ella se aludía a la precariedad sistemática en la que se encontraba la Hemeroteca sevillana que había llevado entonces a cerrar la primera planta del edificio municipal, en la que durante décadas se había estado atendiendo a los investigadores, y trasladarse al segundo piso del inmueble, compartiendo sala con el Archivo, para así poder seguir prestando su servicio público conciliando los escasos medios humanos y materiales de que disponía.

Desgraciadamente de nada sirvió aquella crónica puesto, que la situación, lejos de solventarse, se ha agravado y hasta comienzos de septiembre nuestra Hemeroteca Municipal deja de estar operativa. El centro que alberga todas las publicaciones periódicas de nuestra ciudad desde 1661 hasta nuestros días, con fuentes documentales inagotables y de primer orden internacional para profundizar en la Historia de Sevilla, queda vetado para quienes quieran acceder a sus fondos. La razón se repite, falta personal pues sólo hay dos trabajadores en sala, una de ellos lleva de baja laboral desde que este periódico se hizo eco de aquellos problemas y otro accede ahora a sus legítimas vacaciones.

Para solucionarlo con cierta previsión podría haberse formalizado un contrato de sustitución y a buen seguro habría historiadores que se hubiesen prestado gustosos a cubrirlo. El problema ahora se agrava especialmente porque el mes de agosto es la época del año que muchos profesores sacrificamos nuestro período vacacional para emplearlo en la Hemeroteca sin tener que compaginar la investigación con otras tareas docentes y de gestión que hemos de sobrellevar durante el curso académico. En el caso que personalmente me ocupa, como historiador del Derecho y de las Instituciones, mis investigaciones quedarán plenamente paralizadas ante una falta de previsión que difícilmente puede sostenerse. Y como mi caso aseguro que hay muchos más en Sevilla.

Si nuestro municipio, en el que tanto gusta chauvinistamente presumir de su pasado, no se preocupa de manera efectiva por mantener accesibles y de modo profesional sus fuentes documentales históricas, entonces la contradicción es absoluta. Interpuse una queja formal y la resignada respuesta de la jefatura del servicio de Archivo, Hemeroteca y Publicaciones municipales resultó taxativa al aseverar "que la escasez de personal que en la actualidad tiene este Servicio de Archivo, Hemeroteca y Publicaciones, nos obliga a que ante una situación sobrevenida (enfermedad, accidente, etcétera), no le quede a este Servicio otra opción que cerrar este servicio público al no disponer de los recursos humanos mínimos para atender las necesidades de los ciudadanos". A ello también ha de añadírsele la suspensión temporal del servicio de reproducción de documentos, que estos últimos días nos ha obligado a los investigadores a trabajar apresuradamente sin poder siquiera solicitar una copia de los mismos para analizarlos más tarde con el debido detenimiento y reflexión, cosa que jamás me había sucedido en ningún archivo español o extranjero.

Con el escenario que se nos presenta este verano se acaba de bombardear la auténtica línea de flotación de la investigación histórico-científica en nuestro municipio y estoy convencido que ello es debido a que la abnegada tarea de los investigadores, resulta tan callada y silenciosa que no es objeto de grandilocuentes titulares o llamativas fotografías en los medios. No obstante, ¿sabían que en estos días han acudido a nuestra Hemeroteca investigadores extranjeros a los que el desplazamiento desde su país para trabajar en nuestra ciudad les va a resultar inútil? ¿Ésa es la imagen cultural que desde Sevilla deseamos proyectar?

Tanto la Hemeroteca Municipal como su Archivo requieren urgentemente de mejoras humanas y estructurales desde hace varios años. Baste un ejemplo, los historiadores que acuden se ven obligados a visionar los microfilms en aparatos completamente obsoletos. En otros centros tanto nacionales como extranjeros no se encuentran equipos de visionado tan vetustos con unas bovinas tan gastadas o rotas por su uso. Reemplazarlas no supondría un descuadre insalvable a las arcas municipales y la mejora de las condiciones de trabajo de los investigadores sería exponencial. Es más, desde hace años hay mecanismos que reproducen in situ, en papel o formato digital, los documentos que visionan los investigadores; sólo requiere adquirirse previamente una tarjeta de copias en las que pueden ir incluidas las tasas públicas por reprografía, erradicando así el otro problema del Servicio de Reproducción.

¿Desidia o falta de previsión? La respuesta a estas alturas resulta irrelevante, pues el daño ya está hecho, al menos para lo que resta de verano.

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