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Sevilla

Una mujer mata a un hombre y oculta el cuerpo en un congelador

  • La asesina confesa metió los restos mortales en uno de los refrigeradores de una heladería del distrito Macarena.

Una mujer de 44 años fue detenida tras entregarse a la Policía Nacional y confesar -en principio sin mayores precisiones- que había cometido un asesinato. La entrega voluntaria se produjo en la tarde de ayer en la comisaría de la Policía de Dos Hermanas, adonde la asesina confesa compareció acompañada por dos hermanos y presentando un evidente estado de embriaguez que condicionaba que, a duras penas, sólo pudiera repetir una afirmación: "He matado a alguien, he matado a alguien". El crimen se produjo en Sevilla capital, pero la asesina confesa se había trasladado a Dos Hermanas para buscar de alguna forma el apoyo de sus hermanos, que tienen su residencia en el municipio nazareno.

El cuerpo del varón asesinado, que estaba casado y tenía cinco hijos, según fuentes policiales, fue encontrado en el interior de un congelador de la heladería Otoño, sita en el número dos de la calle Los Romeros, en el distrito Macarena. Los restos mortales del varón ya habían sido sacados del establecimiento antes de las ocho de la tarde y trasladados, como corresponde, al Instituto Anatómico Forense, donde será efectuada la autopsia.

Según fuentes policiales consultadas por este periódico, el hombre llevaba un día desaparecido. Los vecinos explicaron a este periódico su extrañeza al recordar que la heladería cerró el viernes de forma prematura en torno a las 20:15 cuando solía hacerlo habitualmente sobre las doce. Añadieron que se trata de un negocio que no suele generar mucha clientela y que lleva poco más de dos años funcionando en el barrio.

El hombre asesinado, de 62 años, era vecino de la barriada de San Jerónimo, estaba jubilado y solía frecuentar los bares del distrito Macarena, según un familiar, letrado de profesión, que se desplazó al lugar de los hechos y que no quiso precisar más datos sobre su pariente asesinado -la Policía apunta a un sexuagenario- ni hacer otras consideraciones.

Agentes del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional trabajaron anoche en el interior del establecimiento durante varias horas a la búsqueda de pruebas definitorias, sin que al cierre de esta edición se conocieran detalles sobre cómo se produjo el homicidio y sus posibles causas, así como tampoco quisieron precisar si existía algún tipo de relación sentimental entre ambos o, incluso, de parentesco entre la mujer y el varón.

Ni siquiera los vecinos se explicaban por qué ocurrieron los hechos en el interior de la heladería, más allá de comentarios difusos, fruto de los nervios y el impacto emocional del momento, sobre los posibles móviles del crimen.

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