málaga | sevilla

La ilusión empuja más que la presión

  • El Sevilla, sin Nasri por unas inoportunas molestias en el tendón pero con el capitán Iborra, busca cerrar la jornada con un triunfo en la hostil Rosaleda

La ilusión, la responsabilidad, y el compromiso, y la implicación, y la profesionalidad... Todas estas virtudes, comunes a muchos de los futbolistas del Sevilla, debe exponerse hoy en el tapete del estadio de La Rosaleda, un escenario siempre hostil hacia el equipo que lleva el nombre de la capital de Andalucía, para que la pujanza liguera continúe al alza. El equipo de Jorge Sampaoli acude hoy al Paseo de Martiricos obligado por los resultados de sus rivales directos, esa liebre que parece que no hay quien la coja que es el Atlético de Madrid y los podencos que lo persiguen por detrás con aviesas intenciones. Es el momento de soportar la presión, de tener que jugar sabiendo los resultados al cerrar la jornada, sabiendo que el Atlético se exhibió en Las Palmas pese a que el martes tiene un durísimo partido en el Santiago Bernabéu, y a sabiendas de que el Villarreal y la Real Sociedad cumplieron con su obligación de imponer la lógica ante los colistas Sporting y Granada. Pero esa presión debe ser leída de forma positiva, convertirla en ilusión, pues a ver quién le iba a decir al Sevilla que a falta de cuatro jornadas iba a estar igualado a puntos con el tercero y con cinco de ventaja con el quinto. Eso es estar en los objetivos marcados por el club.

Alineaciones Alineaciones

Alineaciones / Dpto. Infografía

Si corrió la liebre atlética en el estadio Gran Canaria, más tendrá correr el galgo sevillista en un estadio que se apresta, cainita, a intentar aguarles la Feria a los nervionenses. Es la cita más importante que les queda a los hombres que ahora dirige el ex sevillista Míchel, que si ya ha dejado caer que le agradaría que el Madrid ganase la Liga, teniendo que jugar el equipo de Zidane en La Rosaleda, cabe imaginar que también tendrá el prurito de reivindicarse ante el club que lo destituyó cierto lunes de enero de 2013 para dejar paso a Unai Emery. El técnico madrileño tiene mucha trayectoria ya como para andar con cuentas pendientes, pero que es permeable a la animosidad antisevillista de Málaga es incuestionable y querrá darle ese gusto a su hinchada, que para eso le pagan. O sea, que no es de esperar una tarde tan plácida como la que tuvo el equipo de Simeone en Las Palmas, lógicamente.

Así es el fútbol en este país y en este contexto afronta el Sevilla una cita en la que no estará Nasri. Sorpresivamente, después de reaparecer con un tono que invitaba al optimismo, con un perfil más vareado y siendo determinante ante el Celta, pese a que fue su primera suplencia en la Liga, el francés se cae del equipo justo cuando parecía que estaba presto para liderarlo en este sprint final. En cambio, en contrapartida, llega a tiempo Iborra, que ha superado en un tiempo récord un esguince de rodilla, siempre fastidioso por muy leve que fuese. Por algo es el capitán del Sevilla el valenciano, a quien no hay quien le afee que aparezca en Twitter ataviado con la camiseta del Levante, al igual que su mujer y sus hijos, celebrando el regreso a Primera del Levante, ese club tan necesitado de cariño. La implicación de Iborra es incuestionable.

De este modo, el equipo tendrá refresco pero no podrá variar mucho del que se repitió, por primera vez en todo el curso, ante el Celta. Con Mariano, Vitolo y Nasri fuera de concurso, habrá cambios obligados también por la continuidad de partidos tan seguidos, en ese inconveniente que le ha surgido a Sampaoli con las designaciones horarias. Jugar jueves, lunes y viernes no parece lo más apropiado para que pueda repetir por tercera vez la base del equipo, en el que Mercado entrará por Mariano y en el que Iborra quizá tenga que jugar su cuarto partido consecutivo por esa baja inesperada de Nasri y pese a que llega forzando con su rodilla. Franco Vázquez es otra opción para darle energía al equipo en el eje. Asimismo, no sería nada extraño que Ben Yedder acompañase a Jovetic arriba, viendo que Vietto vuelve a la convocatoria, en principio para que haya otro delantero en el banquillo. Pero todo estos son especulaciones, pues sólo Sampaoli sabe de verdad cómo buscará la victoria y cuál es el estado real de cada futbolista para dar el do de pecho en Málaga.

La cita llega con los dos equipos lanzados, pues si el Sevilla ha retomado la velocidad crucero justo a tiempo para poder seguir peleando por las más altas metas, pese a que no gana fuera desde el derbi (hace más de dos meses), el Málaga acumula cuatro victorias en los últimos cinco partidos. No pierde en casa desde que, en el tercer partido de Míchel, el Atlético se impusiese por 0-2 en La Rosaleda, donde sucumbió el Barcelona por 2-0 hace tres jornadas. El aviso no puede ser más serio y es lógico que Sampaoli diga que el partido, el calendario en general, es muy difícil para el Sevilla. El Málaga, alejado cualquier fantasma tras el experimento fallido del Gato Romero, se ha entretenido en fastidiar al archirrival del Madrid, al Granada, al Sporting... y ahora busca hacer lo propio con un Sevilla cuya ilusión debe ser mayor que el deseo de aguar la Feria a los sevillanos de los hermanos malagueños. Para ellos es un derbi, para el Sevilla es algo más.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios