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La precoz madurez de Lenglet

  • El galo valora la histórica hazaña del Sevilla y piensa ya en llegar a las semifinales

  • "Es importante hacer daño al rival y que no te ataquen con seis o siete", dice

Lenglet

Lenglet / Juan Carlos Vázquez

Clement Lenglet habla como juega dentro del campo. Es un tipo pausado, sereno, capaz de enfrentarse a una improvisada rueda de prensa con extrema sensatez y ayer, cuando fue requerido para atender a los enviados especiales de los medios de comunicación escritos españoles no podía ser una excepción. El francés, criado a unos 60 kilómetros de París, tenía la sonrisa dibujada en su rostro y lo justificaba tras su gran actuación contra el Manchester United. "Es un placer para todo el mundo, un gran trabajo del equipo después de la ida y una victoria merecida, yo creo, en el balance de los dos partidos. Estamos muy contentos de pasar a cuartos y de hacer historia del club", comenzaba en sus explicaciones a la prensa.

Lógicamente, había que preguntarle por ese duelo con ese portento de la naturaleza que responde por Lukaku. Y en ese sentido apuntaba fuera de micrófono que está aprendiendo a sacar ventaja con ese tipo de delanteros que exigen no ir al choque constantemente y sí saber esperar al momento para meterle la pierna y robarle el balón, algo en lo que seguro que le podrá dar buenas lecciones Julien Escudé, un antecedente de zurdo francés con muchas similitudes con su estilo de juego. "Lukaku tiene mucha fuerza, es uno de los más potentes del fútbol y estoy contento porque creo que lo defendimos bien durante la ida y también en la vuelta, pero él marcó un gol, aunque fue un córner y creo que en los dos partidos hemos hecho un trabajo de calidad", consideraba Lenglet antes de insistir en un aspecto fundamental relacionado con el trabajo colectivo. "Yo creo que hemos defendido todos juntos. Hemos tenido ocasiones de gol y ellos tuvieron claro que podíamos hacerles un gol también y por eso no pudieron salir con seis o siete jugadores arriba. Es por eso que es importante hacerle daño al adversario. Durante los dos partidos lo hemos hecho", reflexionaba un Lenglet que no sólo es jugador de fútbol sino que también es un seguidor de los partidos de otros equipos.

"No sé si soy barato o no", dice sobre los 30 millones de su cláusula sin valorar la renovación

Había que darle de inmediato un espacio a un compañero de zaga que había perdido mucho protagonismo en las últimas fechas y que el martes también rindió de forma notable. Lenglet tenía unas palabras para Kjaer. "Ha jugado muy bien también. Era difícil para él porque entrar en el equipo, sobre todo en Manchester en un partido tan exigente, era complicado, pero al final ha jugado muy bien y ayudó al equipo perfectamente".

La vida balompédica de Lenglet ha pegado un vuelco absoluto en apenas un año y medio. Llegó al Sevilla en el mercado de invierno de 2017 después de ser capitán del Nancy en su retorno a la Ligue1, pero casi toda su carrera se había desarrollado en la Ligue2 francesa. "Claro que no es lo mismo jugar en Segunda en Francia que en estos escenarios, pero yo trabajo mucho para esto y éste es el resultado de todo el trabajo que hemos desarrollado durante mucho tiempo. Y ahora hay que trabajar mucho más, porque jugaremos los cuartos de final y el nivel estará más alto que nunca. Creo que debemos trabajar, y yo también, para estar preparados para este tipo de partidos", matizaba con un discurso extremadamente ambicioso y profesional el central sevillista.

¿Y jugando en este tipo de escenarios llegar a provocar que Didier Deschamps tenga algún huequecito para él en sus convocatorias? Sonrisa de Lenglet: "No sé si podré tener un hueco para Deschamps. Yo compito siempre al máximo nivel y quiero jugar ese tipo de partidos también con la selección, pero comprendo que existen muchos jugadores en Francia en mi posición y entiendo que es difícil para el seleccionador. Por el momento no me preocupa mucho, es importante para mí jugar bien aquí y después, si tenemos suerte, yo puedo ir a la selección, pero no es una obligación todavía". Cabe recordar que los centrales zurdos de Francia son Umtiti, Laporte y algunos más de extrema calidad. "Y Kimpembe, el del PSG. Ése tiene mi edad y he coincidido con él en las selecciones inferiores francesas y es muy bueno. Juega muy bien también".

Retorno a la clasificación del Sevilla para los cuartos de final de la Liga de Campeones. ¿A qué rival prefiere Lenglet entre los clasificados hasta el momento? "No tengo una idea precisa, cuando estás en cuartos todos los equipos son buenos. Claro que hay equipos más fuertes que los otros, pero en el nivel global todo el mundo está fuerte", responde antes de que le dé una vuelta a la pregunta para saber a quién querría evitar. "A nadie, no quiero evitar a nadie. Claro que me gustaría volver a ver a Monchi, porque él hizo bien en la historia del club y sería bonito jugar contra el equipo de Monchi en cuartos", acepta en la tercera pregunta para intentar sacarle una respuesta inducida.

Del colectivo se pasa al tema individual, a esas negociaciones para su renovación que ya han reconocido ambas partes. Pregunta sobre su cláusula de 30 millones. "No sé si será barato o no, hay que preguntar al club si soy barato. Para mí no es ningún problema, me gusta el contrato que acordé con Monchi antes de venir aquí y ahora estoy contento de jugar y todo. Las historias de los contratos no me importan por el momento".

Tampoco quiere saber mucho sobre una posible renovación. "No lo sé, la verdad", considera antes de sentirse halagado cuando se le comenta el interés por él de las mejores escuadras españolas. "Ser más trabajador que nunca para mejorar. Trabajé para firmar aquí, sabía que era difícil jugar aquí y sé que podemos llegar más alto, pero hay que trabajar siempre porque faltan muchos partidos, 14 yo creo o 13, con una final de Copa, con dos cuartos de final y hay que trabajar para eso y nada más".

Entonces se le cuestiona a Lenglet sobre los cambios que se van experimentando durante la trayectoria del equipo, de estar completamente hundidos después del descanso navideño a hacer historia en Old Trafford. "Eso es el fútbol, hay una semana en la que todo está mal y la otra todos somos los mejores. Por ejemplo, el fin de semana contra el Valencia estaba muy mal, era un fracaso para todo el mundo, todo el mundo estaba enfadado y hoy todo el mundo está contento y todo el mundo está muy orgulloso con los jugadores", acepta con naturalidad.

Capítulo para su compatriota y bigoleador en la noche mágica de Old Trafford. "A Ben Yedder le hemos dicho que lo hizo muy bien y le hemos dado las gracias. Triste no sé si estará, pero todos queremos jugar y Wissam juega un poquito menos en los últimos partidos, pero al final lo más importante es estar presentes en el momento justo y creo que lo hizo muy bien porque pocos jugadores pueden decir que han metido dos goles en Old Trafford. Y eso es muy bueno para él y para nosotros también". ¿Fue una noche grande para los tres franceses? "Yo creo que los 11 y los 14 que hemos jugado hicimos un partido muy bueno. No podemos ganar un partido al Manchester con sólo tres jugadores", relataba con sincera modestia.

Se acerca el final de la comparecencia de Lenglet y no puede ser más contundente cuando le preguntan que si el mero hecho de estar en cuartos ya es para disfrutar. "No. Ahora a pasar de los cuartos. Si no juegas las semifinales, no servirá para nada, tenemos que disfrutar y también pasar. Ya que estamos aquí hay que intentarlo". ¿Qué preferiría si tuviera que firmar una de las dos opciones, semifinales de la Liga de Campeones o ganar la final de la Copa? "Las dos cosas, semifinales en la Champions y ganar la final de la Copa. Prefiero ambas cosas. Sé que es difícil, pero queremos intentarlo". Así es Clement Lenglet después de su exhibición en Old Trafford contra el United, un tipo muy maduro con sólo 22 años y también extremadamente ambicioso.

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