Andrés del Campo. Presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes

"Con el actual coste energético sería más viable regar con noria"

  • El máximo responsable de Fenacore afirma que la inversión para modernizar el regadío ha obligado al sector a hipotecarse por 50 años. Cree que España es un ejemplo a nivel internacional sobre el buen uso de los recursos.

SATISFECHO por el trabajo realizado en la modernización del regadío, el presidente de Fenacore, la Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España, pone el dedo en la llaga que los costes de la energía ha abierto en los regantes. Andrés del Campo participó la pasada semana en el XXXIV Congreso Nacional de Riegos celebrado en Sevilla y en esta entrevista repasa la actualidad del sector.

-Los regantes han realizado un gran esfuerzo en los últimos años por mejorar sus sistemas, ¿Queda aún mucho por hacer para modernizar el regadío?

-Actualmente quedan todavía cerca de un millón de hectáreas por transformar, pero lo importante no es sólo la extensión pendiente sino la necesidad de un cambio de objetivos para asegurar su viabilidad. Ahora mismo podemos decir que la mitad de la superficie regable de España -en Andalucía este porcentaje es superior y alcanza hasta el 80%- cuenta ya con sistemas de riego eficientes. Sin embargo, estos proyectos se hicieron de acuerdo a unos costes energéticos que después se han visto incrementados de forma exponencial.

-¿Ha sido importante la aportación de las Administraciones en la modernización del regadío? ¿Qué porcentaje de ayudas han tenido respecto a la inversión total en grandes cifras?

-Los regantes fuimos prácticamente los precursores de la fórmula de la colaboración público-privada que ahora está tan extendida. La modernización de regadíos ha supuesto hasta el momento una inversión total cercana a los 5.000 millones de euros, de los que aproximadamente el 50% proceden del ámbito privado, lo que nos ha obligado a hipotecarnos por 50 años.

-¿Es complicado lograr la viabilidad de las explotaciones de regadío por los altos costes?

-Con los actuales costes energéticos nos resultaría más rentable volver al riego con norias en los pozos que adoptar los modernos sistemas actuales presurizados. Desde que desaparecieron las tarifas específicas con la excusa de cubrir el déficit tarifario, el término de potencia se ha incrementado en algo más del 1.000%, lo que supone un incremento medio superior al 100 % en la factura de la luz total. Con este panorama, a muchos agricultores no les queda más remedio que incorporar cultivos de secano en algunas zonas regables modernizadas, lo que dificulta su amortización.

-¿Qué volumen de agua se ahorra con las nuevas técnicas de riego?

-Los sistemas de riego modernizado ahorran una media del 14% de agua, que en muchas zonas regables supera el 25%. Concretamente, se ha pasado de consumir unos 17.500 hectómetros cúbicos al año de agua a cerca de 14.500. Para que se haga una idea, con el volumen de agua que nos ahorramos se pueden llenar 100.000 piscinas olímpicas.

-El coste eléctrico es una de las quejas de los regantes. ¿Qué se puede hacer?

-Así es, el coste eléctrico es uno de nuestros principales caballos de batalla. El premio, si se me permite la ironía, que hemos obtenido los regantes al invertir en la modernización de nuestros sistemas de riego ha sido, como estamos viendo, una subida escalonada de la electricidad desde el año 2008 y lo que está consiguiendo es que se disparen los costes de producción, como es lógico a costa de reducir el escaso margen bruto del agricultor. No pedimos ayudas ni subvenciones, lo que solicitamos es pagar de acuerdo a nuestro régimen de uso estacional, ya que muchas zonas regables sólo riegan en primavera y verano, según las necesidades de los cultivos. Para esto hay que pagar por la potencia realmente utilizada y no por la potencia máxima contratada durante los doce meses del año, aunque las estaciones de bombeo no estén en funcionamiento.

-¿Usan los regantes energías renovables? ¿Cómo están de implantadas en España y en Andalucía en particular?

-El uso de las renovables no está extendido en el regadío porque hace falta una normativa marco que favorezca este uso. Desde Fenacore estamos coordinando un proyecto europeo a gran escala sobre energía fotovoltaica, el Proyecto Maslowaten, financiado por la UE con cinco millones de euros, con el que estamos levantando un total de cinco estaciones de energía solar repartidas en zonas regables de España, Italia, Portugal y Marruecos. Estas estaciones de bombeo serán capaces de producir una media de 200 kilovatios, lo que supondrá un ahorro medio de hasta el 60% de los costes de la energía una vez amortizada la inversión en las placas y un probable ahorro de agua significativo.

-¿Puede presumir España ante otros países por su gestión del regadío?

-España es un espejo en el que se puede mirar la comunidad internacional a la hora de alcanzar un mejor uso de los recursos en un contexto con cada vez menos agua y tierra per cápita. De hecho, nos situamos a la cabeza, sólo por detrás de Israel, en porcentaje de riego modernizado, al tener casi el 50% de la superficie regada, que asciende a 3,6 millones de hectáreas, dotada con sistemas de riego localizado, considerado el más eficiente por su bajo consumo.

-¿Y el impacto en el medio ambiente? ¿El regadío es culpable o inocente? ¿Y por qué?

-El regadío ejerce toda una serie de externalidades positivas sobre el medio ambiente, a través, por ejemplo, de la aportación de oxígeno a la atmósfera, de la reducción de la erosión y desertización del suelo o de la actuación de los cultivos como auténticos sumideros de CO2 atmosférico, teniendo en cuenta que en Europa esta biomasa absorbe alrededor de un 12% del CO2 que las industrias emiten. Yo siempre digo que los agricultores somos los primeros interesados en la conservación y el cuidado del medio ambiente. Se puede decir que somos los mayores ecologistas, por la sencilla razón de que vivimos del medio natural y en el medio natural. Por lo que, de su conservación depende el modus vivendi de nuestros descendientes, que son las generaciones futuras.

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