Plan de desarrollo rural

Los fondos Feader, al rescate de la dehesa

  • La primera ayuda, la de pastos, se publicará en el primer trimestre de 2016. El Plan Director, que dará contenido a la Ley de 2010, está ya casi listo para su primera presentación.

El nuevo Plan de Desarrollo Rural de Andalucía parece que va a ser el instrumento a través del cuál por fin se va a encontrar la manera de ayudar a las dehesas andaluzas, a las que se dotó de una Ley en el año 2010 que hasta ahora no les ha proporcionado ningún beneficio concreto.

Amenazadas por la seca de la encina, por la baja rentabilidad de los sistemas ganaderos y agroforestales tradicionales, y por las trabas administrativas a su gestión, las dehesas corren un gran peligro de abandono a pesar de que a todo el mundo se le llena la boca alabando su importancia ambiental. Ahora la Junta de Andalucía ha anunciado que habrá nuevos fondos Feader para ellas -y por tanto se podrá publicar al fin el Plan Director de la Dehesa- y que se hará un censo de las existentes, lo que permitirá que tengan un hueco propio en el Sigpac (sistema de información geográfica de las parcelas agrícolas), en donde hasta ahora no estaban siquiera identificadas. Y es que -como dice José Manuel Roca, experto de Asaja y responsable del proyecto Life Biodehesa en esta organización agraria- la Ley de la Dehesa lleva vigente cinco años pero "hueca", sin un contenido que haya podido proporcionar beneficio alguno ni al ecosistema ni a las explotaciones que se ubican en los mismos y que, por su peculiaridad de ser polifacéticas -agrícolas, ganaderas y forestales- han tenido hasta ahora difícil encaje administrativo y una doble dependencia de Agricultura y Medio ambiente que les ha complicado la vida más que a cualquier otra explotación.

En compensación, el secretario general de la Consejería de Agricultura, Federico Fernández asegura que parte de las ayudas destinadas a la dehesa en este nuevo Plan de Desarrollo Rural "van a salir a la calle muy pronto, seguramente en el primer trimestre del año que entra por que son una prioridad política". También dice que el montante económico del paquete de medidas de la dehesa, procedentes de Agricultura y de Medio Ambiente, -y que no desvela. pues es algo que "querrán anunciar ambos consejeros"- "no es testimonial". Respecto al Plan Director de la Dehesa, comenta que está ya muy ajustado y que puede ser que se presente a los agentes sociales implicados a comienzos de año, ya que incluso se había pensado hacerlo a finales de ese mes y se ha aplazado "para que no parezca una medida electoral". En cualquier caso, dice que aun teniendo en cuenta toda la tramitación que conlleva "se iniciarán los trámites para su aprobación en el primer trimestre y debe de estar aprobado en el primer semestre".

José Ramón Guzmán, coordinador en la Consejería de Medio Ambiente de los trabajos que han de poner en pie esta Ley de la Dehesa, reconoce que ha habido un gran retraso en la puesta en marcha de una norma cuyo objetivo primordial era mejorar la situación económica y ambiental de estos ecosistemas y de las explotaciones que hay en ellos. Como todo lo que atañe a la Administración tiene complicaciones peculiares. Una de las primeras que ha habido que solventar para poder empezar a trabajar ha sido la de tener un "definición administrativa de qué es una dehesa". Y parece que este escollo por fin ha sido salvado, aunque no muy sintéticamente, ya que la definición ha quedado así: "Sistema de uso y gestión de la tierra basado en la explotación principalmente ganadera y también forestal, cinegética y agrícola, de una superficie de pastizal y monte mediterráneo con presencia dispersa de vegetación arbórea, el cual da lugar a un agrosistema en el que la conjunción del manejo agrosilvopastoral propicia importantes valores ambientales como un uso sostenible del territorio, un paisaje equilibrado y una elevada diversidad a distintos niveles de integración".

Y ya con una definición del concepto, parece que se está acometiendo un censo de las explotaciones que se ajusta a las mismas, es decir de las dehesas existentes en Andalucía. Se prevé que este censo se publique a mediados de febrero y aparecerá en el Sigpac de 2016. Para los propietarios de dehesas es importante estar atentos a cuando salga en información pública, ya que las dehesas que no estén incluidas no podrán pedir las ayudas que se contemplan en el nuevo PDR. El censo es parte de los trabajos -igual que el Plan de Gestión Integral- que conformarán el Plan Director de la Dehesa.

Según explica José Ramón Guzmán, uno de los motivos del retraso de este documento ha sido la necesidad de tener claras las líneas que se podían financiar con el nuevo PDR. En este sentido, explica que se viene trabajando desde hace años, y que incluso había un borrador en 2013, pero se vio retrasado por las dificultades de encajar las ayudas con el reglamento de los fondos Feader. "Incluso ahora -dice- estas ayudas han sido las que más tarde se han tenido claras y ello porque el reglamento de los Feader -que establece que actuaciones son subvencionables y cuales no- separa claramente lo forestal de lo agrícola, mientras que en la dehesa los dos conceptos y también el ganadero van de la mano". De hecho, se han aferrado -según explica- a un artículo que prevé la "implantación de sistemas agroforestales", aunque éste también ha dado la lata, ya que está pensado para "actuaciones de nuevo cuño", lo que tampoco es el caso de la dehesa "que como poco tiene 200 años". Igualmente, la dehesa encaja mal con los reglamentos de la PAC, pensados sólo para superficies agrícolas y no forestales. En fin, todo un fárrago administrativo por culpa de unos reglamentos que no conocen un sistema como el de la dehesa, que sólo se da en la península ibérica.

En cualquier caso, finalmente algunas de las ayudas medioambientales han venido por esa vía de la "implantación de sistemas agroforestales", por lo que ha habido que diferenciar las ayudas que se darán a las dehesas que tengan menos de 10 árboles sanos por hectáreas, de las que se darán a las que tengan más de 10 árboles sanos. Las primeras, pueden entrar en esa definición de "implantación de sistemas agroforestales", con subvenciones tanto para plantación como para mantenimiento de estos plantones durante cinco años e incluso para hacer cercados o infraestructuras de agua, mientras que el resto las ayudas vendrán por la línea de inversiones no productivas y afectarán sólo a la plantación y no al mantenimiento y demás.

Por parte de la Consejería de Agricultura, y según su secretario general, la ayuda agroambiental más importante -aunque no única- que se destina a la dehesa es la de conservación y mejora de pastos y según aseguró esta orden estará pronto en la calle. Según han explicado desde la Consejería de Agricultura, el objetivo de esa ayuda es contribuir a la mejora de la biodiversidad, de la calidad del agua y del suelo en la dehesa y, en consecuencia, a la mejora de su sostenibilidad. Contempla "la siembra de pratenses y el abonado y el secuestro temporal al pastoreo". Los ganaderos podrán solicitar estas tres medidas de forma individual o conjunta y suscribir un compromiso de cinco años que les permita mejorar la calidad de sus pastos (una superficie de entre 10 y 50 hectáreas). Para ello, será un requisito imprescindible que las superficies adehesadas estén contempladas en el censo de dehesas que se está elaborando. Esta ayuda -según explican- se complementa con las propuestas de la Consejería de Medio Ambiente en el PDR y que contemplan las actuaciones en la dehesa con carácter prioritario y amplían y mejoran las ayudas de carácter forestal que ya se estaban aplicando en el periodo anterior.

En resumen, en este nuevo periodo, además de la ayuda de pastos, los ganaderos de dehesa podrán acogerse -según cada caso- a las siguientes medidas subvencionables: el establecimiento de dehesas mediante plantación, regeneración del arbolado existente mediante acotamiento parcial, instalación de protectores, densificación y mejora de la masa forestal y costes del material de plantación; la preparación del plan de regeneración del arbolado, densificación de éste, análisis de suelos, preparación y protección del suelo, clareos, podas, desbroces, entre otros; los puntos de agua para ganado y abrevaderos, infraestructuras como cercados y pasos adecuados para el manejo del ganado; los tratamientos necesarios relacionados con el establecimiento y la plantación, como el riego y la poda; y las reposiciones de marras. Todas estas medidas aparecerán en una única Orden, que la Consejería de Medio ambiente pretende publicar a principios del verano de 2016 y que tendrá más de una convocatoria a lo largo del periodo 2014-2020.

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