En tres palabras

BMI... Bajada Mínima de Impuestos. La guerra de Teresa. La Macarena de Queipo

  • El presidente andaluz hablará ahora de Bajada Moderada con desparpajo, mientras que la líder de Podemos se olvida de la disidencia de cara al 10-N. Y el genocida de Sevilla sigue en su panteón

BMI... Bajada Mínima de Impuestos. La guerra de Teresa. La Macarena de Queipo

BMI... Bajada Mínima de Impuestos. La guerra de Teresa. La Macarena de Queipo

1

el consejero Juan Bravo, o Bravissimo, era el encargado de ejecutar la famosa BMI. Ese fue el eslogan que marcó la campaña de Moreno Bonilla, más allá de conversar con la vaca: "Quédense con estas siglas, BMI: Bajada Masiva de Impuestos". Be Eme I, decía en cada mitin; Be Eme I, repetía en cada foro; Be Eme I, insistía una y otra vez en cada debate… persuadido, probablemente no sin razón, de que era un mensaje de éxito. Andalucía era el infierno fiscal de España. Bueno, era y es. Y va a seguir siendo, porque el consejero ya ha admitido que no se hará en los presupuestos de 2020: "no es el momento" y que la OCDE blablablá blablablá.

De momento Moreno Bonilla, cuando aún no se ha cumplido un año de la carambola del 2-D que le dio la Presidencia, aún está protegido por la herencia recibida. Hay una escena de la sesión de control del jueves, en la que la ex presidenta preguntaba al presidente, que retrata esta situación:

Los 'anticapis' son muy de calentarse la boca pero acaban en la disciplina de partidoEn la Macarena han mantenido a uno de los personajes más indignos de los golpistas de 1936

-"Ayer ustedes se pusieron de perfil en la iniciativa popular que vino al Parlamento para dar solución a treinta mil funcionarios interinos, de los cuales muchos son de Educación. Concretamente 2.500. Ayer ustedes ¿qué hicieron? Abstenerse. ¿Qué hizo el grupo parlamentario socialista? Apoyar la iniciativa".

-"Señora Díaz, ¿por qué dejó a 30.000 interinos en esa situación después de cinco años como presidenta".

Es una buena respuesta del género zasca. Susana Díaz debería considerar, siquiera como hipótesis, que cosas así hicieron que perdiese el poder. Pero también es una buena pregunta que suscita otra: ¿cuándo considerará Moreno Bonilla que debe responder de su gestión, y no de la anterior?

Moreno Bonilla seguirá sosteniendo que no ha incumplido su BMI. A lo sumo donde era Bajada Masiva ahora dirán Bajada Moderada con desparpajo. Total, sólo es un matiz. Y de ahí a Bajada Mínima apenas hay otro matiz. Por demás, el incumplimiento de las promesas electorales aquí rara vez pasa factura. No va a ocurrirle aquello de Bush sr., que perdió las elecciones tras incumplir su gran promesa electoral: "Read my lips, no more taxes" ("Lean mis labios: no más impuestos"). Eso no va a suceder aquí con el "Quédense con estas siglas, BMI: Bajada Masiva de Impuestos". Por más que la BMI, la Bajada Masiva de Impuestas, ya vaya por Bajada Mínima de Impuestos… y todo sea que no acabe en SCI: Subida Considerable de Impuestos.

2

Teresa Rodríguez ha mantenido su propia guerra mientras Podemos y Más País libran una guerra más o menos sorda pero no incruenta por marcar territorio. Además del voto de Equo y de Más Madrid que ya tenía arraigo, en las grandes comunidades Más País se abre paso: en Valencia ya han logrado el apoyo de Compromís; en Aragón van con Chunta Aragonesista; en Cataluña, está por dirimirse aunque la afinidad de Colau con Carmena puede dar sorpresas; Galicia ya se había fragmentado entre comunes y mareas, y ahí buscará Bescansa… ¿y en Andalucía? Es un punto clave, con dos provincias con más de diez escaños, y dos que reparten más de siete, cota mínima para que otro partido en la izquierda no perjudique a la propia izquierda.

En ese campo de batalla, la Guerra de Teresa ha acabado en derrota. No tendrá marca propia; y hará campaña por Unidas Podemos. Los anticapis son muy de calentarse la boca pero acabar siempre en la disciplina de partido. En definitiva, lo de integrar a toda la izquierda del PSOE -desde IU y Podemos a Más País pasando por Equo- solo era un brindis al sol. Quizá esa oferta sólo aspiraba a exhibirse como líder espiritual de Casa Común de la Izquierda Andaluza, y persuadir a algunos errejonistas. Pero eso es mucho creer. Como era previsible, ella pelará por Podemos y Más País concurrirá por las grandes circunscripciones, presumiblemente también Cádiz y quizá Granada a por el séptimo escaño, y a partir de mañana se acabarán las buenas palabras y el discurso integrador de la Casa Común derivará en la guerra fratricida de la izquierda.

3

Con todos los focos sobre el Valle de los Caídos, panteón de Franco con honores absurdos, casi siempre queda solapado lo de Queipo de Llano en La Macarena con sus matices escandalosos. Ahí sigue "el Virrey de Sevilla" como se le llamó, o "el carnicero de Sevilla", con la categoría de hermano mayor honorario ad aeternum y su capilla en ese hito sentimental de la ciudad que él tomó en 1936, y desde donde sembró el terror con "la máxima violencia" (Paul Preston), apelando a matar sin piedad en purgas o a violar a las rojas. Un río de sangre de miles de muertos, decenas de miles. Sobre su salida de la Basílica de la Macarena, el hermano mayor se ha pronunciado:

-"No tenemos obligación legal de sacar los restos".

Es un hecho realmente interesante. No se plantea si tienen la obligación moral. Sencillamente si es legal, es bien.

Es el discurso establecido durante la última por el último hermano mayor, Manuel García, por cierto ex concejal del PP largamente, y tal vez no sea un detalle circunstancial porque incluso las nuevas generaciones del PP siguen enredándose en este asunto. Claro que, una vez más, muchos en el partido preguntan con el retrovisor: "¿Y por qué no lo hizo el PSOE, por qué no lo sacó Susana Díaz?". Es, una vez más, una buena pregunta; aunque sugiere algo incierto. Susana Díaz sí apostó por la salida de Queipo pero optó por la vía (inútil) del diálogo tras la Ley de la Memoria, y un año atrás apremió a que se hiciera advirtiendo que, de no ser así, se aplicaría la ley. Claro que cometió un error: no desarrollar la Ley de la Memoria Histórica, dejando un vacío detectado por un informe jurídico de la Consejería de Presidencia que permite mantener allí la tumba del genocida. Y el hermano mayor: "si no hay que quitarlo, no se quita".

Antes o después, habrá que quitarlo… para vergüenza de quienes han mantenido allí a uno de los personajes más indignos entre los golpistas de 1936. Estar en el bando ganador de una guerra no es estar en el lado correcto de la Historia. Los hermanos de la Macarena no pueden cambiar el origen de la Basílica, levantada simbólicamente en el solar de un viejo colmado de dirigentes comunistas, que había cañoneado el ejército, bajo el apoyo determinante de Queipo a mayor gloria suya con las imágenes procedentes de la Parroquia de San Gil. Pero aunque la Historia no se puede cambiar, sí se puede corregir su legado. Y sacar al genocida es un modo decente de hacerlo.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios