PP y Ciudadanos están enfrascados en una negociación para remodelar el Gobierno de la Junta y quieren comenzar el curso político, en septiembre, con los “retoques” listos. “Se hará y se comunicará con total normalidad”, aseguró ayer el vicepresidente de la Junta, Juan Marín, aunque hay varias incógnitas. Una es el calado de la reforma, ya que el líder naranja no renuncia todavía a la ampliación del número de consejerías, a pesar de la resistencia del PP. La otra es el momento exacto, ya que fuentes cercanas a la Presidencia incluso miran a finales de agosto para cerrar el acuerdo entre los socios y aprobar la reforma.

En el calendario restan dos reuniones del Consejo de Gobierno antes del parón de agosto, una el próximo martes, 28 de julio, y otra el 4 de agosto. Después, el Ejecutivo entrará en estado de hibernación hasta la vuelta de la actividad, prevista para el 27 de agosto. Ese es el plazo que se dan populares y naranjas para atar los cambios, que implican una remodelación de los decretos de estructura de las distintas consejerías que se aprobaron hace apenas un año.

Más allá de la discusión política, la cacareada reforma del Ejecutivo requiere una labor técnica. Lo que no requerirá, según garantizó ayer Juan Marín, es un mayor gasto público. “Será a coste cero”, insistió el vicepresidente y consejero de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local. Los “ajustes técnicos” que sufrirá el Ejecutivo vendrán, según Marín, a “mejorar la eficacia y eficiencia en la gestión” tras el cambio de paradigma provocado por la llegada de la pandemia de coronavirus.

“No somos el PSOE andaluz”, espetó el número dos de la Junta antes de recordar que PP y Ciudadanos redujeron en “17 millones de euros” el coste de los salarios de los miembros del Ejecutivo y su estructura de altos cargos. Esa apuesta por la reducción de la Administración autonómica, abanderada por los populares incluso desde la oposición, es uno de los motivos que llevan al PP a rechazar la ampliación de consejerías a la que aspira Juan Marín.

El vicepresidente afirmó ayer que no tendrá “ningún complejo” si hay que “ampliar o reducir” el número de departamentos del Gobierno. “Otros partidos sí, pero no el mío ni el PP”, continuó. El portavoz del Ejecutivo y consejero de la Presidencia, Elías Bendodo, preguntado por los periodistas, dijo estar “absolutamente de acuerdo” con la postura de su compañero.

El PSOE andaluz exigió ayer que el presidente de la Junta, Juanma Moreno, comparezca ante el Parlamento para explicar la remodelación del Gobierno que pretende llevar a cabo, las “verdaderas razones” de los cambios y el coste que implicará. El portavoz adjunto del PSOE, Rodrigo Sánchez Haro, defendió que no es “seria” la negociación que están llevando “a través de los medios de comunicación para resolver una crisis de Gobierno en medio de una pandemia”.