El PSOE cierra un proceso "satisfactorio" de listas al Congreso excepto en Cádiz

Cádiz se ha convertido en el único tropiezo del PSOE en la elaboración de sus listas al Congreso y al Senado para la cita electoral del 20-N. Su Ejecutiva regional definió ayer como "satisfactorio" el proceso, en el que sólo reconoce una "dificultad" en esta provincia, donde un grupo de críticos a la gestión del actual secretario provincial, alcalde de Benalup-Casas Viejas y número tres en la listas al Congreso, Francisco González Cabaña, redactó un manifiesto con el que intentar tumbar una candidatura que rechazan por no ajustarse a lo que han dictado las bases. Este intento a la desesperada se produce coincidiendo con que, hoy, la Ejecutiva regional elaborará su dictamen final sobre las listas que elevará después a la dirección federal para su aprobación definitiva.

En este documento, estos dirigentes críticos, rebautizados como "griñanistas", quieren frenar la lista aprobada el pasado jueves -ellos se ausentaron de la votación- ante la injerencia de la dirección provincial al presentar las candidaturas en los medios de comunicación antes de la celebración de las asambleas o presionando para evitar la votación secreta. A esto añaden el "notable rechazo" de la militancia hacia algunos de los candidatos.

El margen de maniobra de la Ejecutiva regional del PSOE es muy reducido -en la tarde de ayer recibió el manifiesto, que está firmado por más de la mitad de las 54 agrupaciones locales de Cádiz-. En caso de desacuerdo, lo único que puede hacer en su dictamen es informar y hacer una mera recomendación a la Ejecutiva federal, que es la que tiene potestad de cambiarlas. Algo que no suele darse, ya que sería modificar lo decidido por las asambleas locales y provinciales, con las tensiones que eso conlleva. En este caso se suma el factor de que quien lidera las listas es el actual presidente del PSOE y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves.

El segundo tropiezo con González Cabaña está en su condición de alcalde. El candidato socialista a la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, dejó claro que no quería alcaldes como candidatos, y no parece que el regidor de Benalup-Casas Viejas esté por dejar el bastón de mando, al menos, hasta el 20-N, cuando se verá si se logra ese tercer escaño por Cádiz que le abre las puertas del Congreso. Entonces, tendrá que elegir. O no. Porque más allá de la voluntad expresada por Rubalcaba no hay nada. En el Congreso no existe una ley que establezca la incompatibilidad del cargo de alcalde con el diputado como sí va a existir en el Parlamento andaluz, una vez el PSOE e IU la aprueben con vistas a las próximas elecciones autonómicas.

Horas antes de que este manifiesto llegara a la dirección regional, la secretaria de Organización del PSOE-A, Susana Díaz, no quiso entrar a valorar qué es lo que puede pasar con Cádiz hasta que no reciban hoy las actas de los ocho comités provinciales del proceso de las candidaturas y sobre el que emitirán el informe que acabará en Ferraz. A las actas también se remitió en lo que respecta a la condición de alcalde de González Cabaña, aunque incidió en que Rubalcaba fue "firme" respecto a la compatibilidad de Alcaldía y candidatura.

El contratiempo de Cádiz, al final, ha sido el único al que se ha enfrentado el PSOE. En Córdoba, la dirección provincial logró frenar la bronca ampliando la negociación 24 horas más, porque si bien el conflicto no estaba en el puesto de salida, en el que se acataron los deseos de Rubalcaba de que fuera la ex alcaldesa de IU de Córdoba, Rosa Aguilar, sí lo estaba en los escaños siguientes. Esa prórroga dio tan buen resultado -las listas salieron con un respaldo del 84%- que, ayer, la Ejecutiva regional valoraba el esfuerzo. Y en el resto, no ha habido trifulcas de calado, ni siquiera en Almería, donde el partido se ha unido después de unos meses convulsos que acabaron este verano con la renovación al completo de la dirección provincial.

El otro frente en la elaboración de las candidaturas ha sido la paridad. Si en Madrid algunas diputadas del PSOE han alertado de que podría quedar un grupo parlamentario con mayoría de hombres fruto de la aplicación de la Ley de Igualdad -marca que la proporción sea 60% y 40% en tramos de cinco en las listas- en Andalucía ese problema se ha evitado. En cinco de las ocho candidaturas, el PSOE ha impuesto el criterio de la lista cremallera -no lo han aplicado en Málaga y Sevilla, y está por ver cómo queda finalmente Cádiz-, y eso permitirá que el grupo de diputados andaluces será paritario. "Habrá el mismo número de hombres que de mujeres", aseguró Díaz, que recordó que el PSOE es un partido "comprometido" con la igualdad, como cuando aprobó en el Parlamento andaluz que las listas a las autonómicas fueran cremallera, a las que el PP se opuso llevándolo incluso a los tribunales y con nulo resultado.

Ese equilibrio de hombres y mujeres al 50% el PSOE lo ha establecido de acuerdo con los cálculos de representación que barajan para el 20-N, y que parten de la premisa de que el reparto de escaños andaluces quedará prácticamente igual que hace cuatro años.