Agentes de la Policía Local de Mijas acudieron el pasado 31 de diciembre a la Venta La Torre, ubicada en el núcleo de Las Lagunas, para precintar el recinto e impedir así la celebración de una macrofiesta que se iba a celebrar en un establecimiento cuyo aforo es de 284 personas. Los efectivos comprobaron que los organizadores habían vendido unas 1.700 entradas y carecían de permiso municipal.

Sobre las 20:00 un oficial y tres agentes se personaron en el lugar y colocaron el cordón policial. Después esperaron unos minutos a que alguien de la organización apareciese para informarle de la medida ejecutada. Nadie hizo acto de presencia y los efectivos se marcharon del lugar. Durante toda la noche del 1 de enero, las patrullas pasaron por el recinto y lo custodiaron.

Los organizadores de la fiesta decidieron trasladar la fiesta a una sala de la capital malagueña y vincularon el traslado a "razones políticas y administrativa ajenas a la voluntad de la organización".