Confluencia de ocho candidaturas

Hasta ocho partidos se presentan a las elecciones municipales en Cartaya. Es, junto con Isla Cristina (aparte de Huelva), uno de los municipios donde concurren más candidaturas. ICAR-Independientes por Cartaya, PSOE, PP, PA, IU, Nosotros Somos Cartaya (NSC), Agrupación de Electores Cartaya Pública (AECP) y Gamenos son las formación políticas que optan a hacerse con la Alcaldía o al menos a obtener algún representante en el Ayuntamiento. Un elenco de aspirantes que, por su número, viene a complicar más el panorama político municipal ya de por sí complejo esta legislatura que acaba, en la que UpyD, que no se presenta, obtuvo un concejal.

En los pueblos no existen encuestas sobre posibles resultados electorales como ocurre en las capitales de provincia y todo se limita a percepciones e intercambio de opiniones. Extrapolar resultados no es siempre del agrado de todos pero, aunque puede llevar a equívocos, es un método recurrido si no se cuenta con otros. Los últimos datos electorales son los de las andaluzas, en las que el partido más votado fue el PSOE con el 43,86% de los sufragios. Muy por detrás quedó el PP (24,5%). Le siguieron Podemos, Ciudadanos, IU, PA... En la lista hay que señalar la ausencia de ICAR, que no participó en los comicios.

Un primer análisis indica un aumento de los votos del PSOE, que recupera el espacio político perdido desde la escisión que se produjo y que llevó al actual acalde, Juan Polo, ha abandonar las filas de los socialistas y ha crear ICAR. Las andaluzas también dejaron constancia de un descenso del PP, como ocurrió a nivel provincial. En cualquier caso, el alto porcentaje logrado por los socialistas deja claro que éstos han salido del bache y que son serios candidatos a quitarle la Alcaldía a Polo y recuperarla cuatro años después, tras perderla después de haber gobernado con 11 concejales.

La legislatura que acaba ha sido movida. Comenzó con un gobierno tripartito (ICAR-PP-PA), que se rompió con el abandono de los andalucistas. La ruptura se produjo tras la dimisión del concejal del PA y la asunción del cargo por parte de Antonio Carro y su negativa a seguir formando parte del gobierno. El nuevo concejal del PA en Cartaya rechazó formar parte del equipo de gobierno. El problema estribó en el intento de cambiar la Concejalía de Cultura por la Seguridad Ciudadana, ofreciendo un sueldo liberado al andalucista a cambio de ello. Carro se negó a poner "sueldo ni precio" a su voto y el alcalde amenazó al concejal andalucista con "no mantenerlo en el pacto de gobierno".

Los partidos que concurren a las municipales presentan casi todos un denominador común: la renovación del cabeza de lista. Ninguno de los alcaldables que acudieron a los anteriores comicios (salvo Polo, de ICAR) se presenta a éstos, si bien hay que señalar que tres partidos lo hacen por primera vez.

De los tradicionales, en esta ocasión, el PSOE presenta a Alexis Landero, hasta ahora portavoz de esta formación en el Ayuntamiento; el PP, a Manuel Barroso; el PA, a María Isabel Pérez, e IU, a Rosario Beltrán.

Polémica fue la designación del candidato del PP: dos tercios de la militancia del partido mostraron su desacuerdo con el nombramiento de Barroso, al considerar que había sido impuesto. Lo hicieron a través de un escrito firmado por uno 180 de los 240 militantes locales, pero al final no hubo marcha atrás. Ahora Barroso esperan alcanzar la mayoría absoluta, con un equipo que mezcla juventud y experiencia.

Por su parte, el PSOE apunta alto y aspira a tener una mayoría amplia y suficiente como para gobernar. Así lo espera sobre todo porque su programa reúnes las demandas de los ciudadanos, ya que ha sido elaborado a partir de ideas y propuestas de los ciudadanos mediante una encuesta, que son las que pondrá en marcha.

ICAR fue el partido más votado en 2011 con 2.291 sufragios (el 26,66%) y el PSOE obtuvo 2.132 (el 24,83%). El PP fue la tercera fuerza en obtener más votos, 2.080 (el 24,83%). Muy por detrás PA, UPyD e IU. En estos cuatro año el panorama municipal ha cambiado. Los resultado en las urnas, que son los que cuentan, están a vuelta de la esquina y los electores tienen la última palabra.