Las macrocausas judiciales son nocivas porque "perjudican a todos". La fiscal superior de Andalucía, Ana Tárrago, se mostró ayer a favor de que se "acoten" los procedimientos para evitar que la fase de instrucción se prolongue demasiado en el tiempo y rechazó todo lo que suponga convertir una investigación en una macrocausa. Tárrago puso como ejemplo la fase de instrucción del caso Alhambra sobre un supuesto fraude en los accesos al monumento, que ha durado once años.

"Me parece más negativo y menos práctico en un procedimiento seguir buscando y buscando sin centrarse en lo que realmente se tiene", dijo la fiscal superior, que expresó su más rotunda oposición a "todo lo que sea ir agrandando más las causas", apostando por hacer piezas y no "macrocausas que perjudican a todos". De nuevo sobre el caso Alhambra, del que se está tardando más de un año en dictarse sentencia, Tárrago subrayó que le preocupa más el "período tan extenso que ha habido de instrucción".

Para evitar esta lentitud de la justicia, la fiscal jefe considera "fundamental", entre otros factores, que el responsable del ministerio público encargado del procedimiento tenga el convencimiento de que la instrucción no puede dilatarse en el tiempo, pues puede haber fiscales que no compartan esta postura y apoyen hacer más grandes las causas.

Tárrago hizo estas declaraciones antes de inaugurar junto al delegado especial de la Agencia Estatal de la Administración Tributaria de Andalucía, Jorge Ramírez; y el jefe de la Abogacía del Estado en Andalucía, Eusebio Pérez, una jornada de trabajo sobre delitos económicos y contra la Hacienda Pública en la Fiscalía Superior, con sede en Granada