Moreno no convocará las elecciones antes de marzo
El presidente de la Junta celebró el cónclave con sus consejeros en Archidona, a todos les ha pedido el listado de inauguraciones y primeras piedras
El lehendakari telefonea a Moreno para quejarse del envío de menores inmigrantes
Juanma Moreno no celebró Consejo de Gobierno el pasado martes, aunque reunió a sus consejeros en Archidona en un encuentro preparatorio del último año de legislatura. Hubo cónclave, incluso bajo clausura. El presidente de la Junta visitó el convento de las religiosas de la orden de las Monjas Mínimas de San Francisco de Paula y le puso deberes a sus consejeros: será un final de mandato de inauguraciones y de primeras piedras, nadie sabe cuándo convocará las elecciones -también él lo está madurando-, pero la sensación es que no antes del mes de marzo y nunca en junio porque eso supondría, como en los comicios anteriores, que el nuevo Gobierno se tenga que incorporar a mediados del verano.
La estrategia del Gobierno andaluz para las elecciones se asienta sobre dos pilares: la gestión, porque el PP entiende que después de dos mandatos puede presentarse ante el electorado con un balance positivo, y la figura de Juanma Moreno. Esto es, su moderación, un estilo que no desagrada al centro izquierda. Un consejero del Ejecutivo ha explicado a este medio algo que el propio Moreno ya había comentado en público en alguna ocasión: el electorado, en general, está muy cansado de las diatribas entre partidos, de los excesos verbales y de una dinámica que ha expulsado del debate político cualquier reflexión serena. Lo ocurrido este verano con los incendios forestales es un ejemplo de ello.
Moreno es, desde este punto de vista, un bálsamo. Quizás por ello haya estado tan ausente este mes de agosto, tal como la portavoz socialista María Márquez se ha encargado de recordar casi todos los días. "Se ha pegado un verano de señorito", dijo la onubense en miércoles pasado, después de que e supiese que el primer Consejo de Gobierno será en septiembre y no en la última semana de agosto.
El PP sabe que el partido que más gana con esto es Vox, el mudito del verano. El partido de Santiago Abascal se dio unas prisas excesivas para entrar en los gobiernos autonómicos después de las elecciones del 28 de mayo de 2023 -el factor principal que explica la insuficiencia electoral de Alberto Núñez Feijóo-, pero al cabo de los meses se zafó de la gestión, abandonó la pesada carga de los gobiernos y se dedicó a lo que sabe hacer mejor: la agitación y la propaganda. No verán a un dirigente de Vox ni al frente de un dispositivo de extinción de incendios ni ante el desafío de una dana, pero no perderán la oportunidad de alentar el malestar ante la inmigración irregular.
Vox sigue bien situado en Andalucía, y el PP sostiene que eso se debe en buena medida al PSOE. En las elecciones de 2018, la presidenta Susana Díaz metió al partido de Abascal en la campaña electoral y lo que opinan en el Gobierno andaluz es que Vox es el único motor electoral que le queda a Pedro Sánchez. También hizo lo mismo Mariano Rajoy con el primer Podemos, el que estuvo a punto de adelantar a los socialistas hasta que Sánchez se vistió de morado y le quitó a Pablo Iglesias la bandera de la indignación.
Juanma Moreno ya tiene el listado de las inauguraciones y primeras piedras que ha reunido de sus consejeros, pero el principal activo del PP es él. Moderación es la palabra que más repiten en su Gobierno. Esta semana, el miércoles, le telefoneó otro moderado, pero éste en exceso: Imanol Pradales, el lehendakari con menos perfil político de cuantos ha gobernado el País Vasco desde la Transición. Lo que podía haber derivado en una monumental bronca que convenía a ambos por la disputa de los traslados de menores inmigrantes al norte, acabó en una conversación serena entre caballeros.
El 50% de los menores no acompañados, según el Gobierno vasco, llegan a Euskadi procedentes de Andalucía, pero no es por voluntad de la Junta, la frontera de Irún se ha convertido en el segundo gran paso de los jóvenes marroquíes, que son mayoría en ese colectivo, después de atravesar el Estrecho. Vox está recogiendo muchos apoyos entre los jóvenes menores de 24 años y en las provincias de Huelva y Almería.
El Gobierno andaluz no va a alterar los plazos del proyecto de Presupuestos de la Junta de 2026, no habrá adelanto en este sentido, sino que se seguirá con la tramitación habitual: antes del 1 de noviembre se enviará al Parlamento y antes del 31 de diciembre se aprobará en la Cámara.
A partir de ese momento, la legislatura estará en su epílogo, pero el Gobierno andaluz quiere vender gestión y, para ello, necesita de las inauguraciones, unos actos que se estarán prohibidos por ley en el momento en que Juanma Moreno disuelva el Parlamento. Por eso necesita unos cuantos meses de 2026 de plena actividad: al menos hasta marzo habrá legislatura.
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