La familia de una víctima del atropello del Paseo de Colón pide 36 años de cárcel

La familia de Patricia Alfaro, una de las dos jóvenes que murieron atropelladas en el Paseo de Colón en la madrugada del pasado 4 de abril, ha solicitado una condena de 36 años de cárcel para el conductor del vehículo, Fernando Vargas Cornello, al que atribuye siete delitos, entre ellos dos de homicidio.

La abogada Sara Vicente, que ejerce la acusación en representación de los padres de Patricia, explicó ayer que ha imputado dos delitos de homicidio -por los que reclama 15 años de cárcel por cada uno-, al estimar que en la conducta del acusado hay un dolo eventual, lo que le lleva a considerar que la muerte de las dos jóvenes no fue un homicidio imprudente, como estipuló el instructor del caso en el auto de procesamiento.

Esta acusación particular también imputa al joven, que continúa en prisión preventiva, un delito de lesiones, por los daños que sufrió una cuñada de Patricia, y otros tres delitos contra la seguridad vial: por conducir sin carné, bajo los efectos del alcohol y de forma temeraria, al saltarse varios semáforos y circular a una velocidad excesiva, que la Policía Local calculó entre 80 y 128 kilómetros por hora en una vía que estaba limitada a 40.

La acusación le imputa un séptimo delito de omisión del deber de socorro, por cuando entiende que el acusado no se detuvo tras el accidente y trató de darse a la fuga del lugar del siniestro. La familia reclama una indemnización global de medio millón de euros para todos los familiares de Patricia Alfaro.

Fernando Vargas es el único imputado en la causa, después de que la Audiencia de Sevilla exculpase a la madre, que fue inicialmente imputada como cooperadora necesaria del delito, por haber consentido supuestamente que su hijo condujera a pesar de que tenía retirado el carné tras perder todos los puntos.